Actualidad

Barcelona se despierta; Emelec, irreconocible

Postergado. Barcelona no jugará la séptima fecha del torneo local contra Liga de Quito en Casa Blanca.

Contraste. Mientras que Pedro Quiñónez (i) tuvo un buen partido contra Fuerza Amarilla, ante Melgar, el volante la pasó mal.

Los canarios y la tarea de sostener el nivel en el grupo de la ‘muerte’ en esta edición 2017

El 6 de mayo de 1992, Barcelona se midió en el Monumental al vigente campeón del certamen -Colo Colo- en cuartos de final con un 1-0 en contra. Ese día, los toreros no solo vencieron a los chilenos (2-0), sino que también lo dejaron fuera de la competición.

Después de casi 25 años, el Ídolo del Astillero volvió a poner de rodillas el miércoles pasado al rey con corona de la Copa Libertadores, luego de remontar un partido vibrante contra el Atlético Nacional de Reinaldo Rueda.

Un comienzo soñado para la casa amarilla, que desde que se conoció el grupo en el que estaría, sabía que en casa debían hacerse fuertes.

El triunfo ante los ‘verdolagas’ fue más que merecido. Barcelona fue fiel a su estilo de juego, que había estado ausente en lo que va de la campaña. Regresó la presión asfixiante con los atacantes, la recuperación óptima en la mitad de la cancha y el juego colectivo trascendente. Sin duda, la victoria contra los de Medellín fue el mejor partido de los canarios en esta temporada.

Carlos Alejandro Alfaro Moreno, vicepresidente deportivo del club, analizó el desafío como “un lindo grupo” en referencia de lo complejo que es y que de clasificar sería un paso gigantesco.

Y es que entre los rivales del Ídolo hay dos campeones de Copa Libertadores (Estudiantes de La Plata y Atlético Nacional), además de tener al brasileño Botafogo, que dejó en el camino a Colo Colo y al Olimpia de Pablo Repetto.

Una clasificación que deberá ser engranada de la mano de resultados favorables de visita y victorias como dueño de casa.

En campeonato, Barcelona dejaba dudas, pero con su estreno en la Libertadores estas se disipan. El buen juego, idea colectiva, identidad, están. Hoy la clasificación no parece tan imposible, pero a pesar del triunfo, faltan cinco juegos “lindos” en los que el campeón nacional deberá sostener su jerarquía.

1. Presión alta

Barcelona asfixió al Atlético Nacional desde la primera línea. Álvez, Castillo, Esterilla y Caicedo provocaron constantemente el error de la visita.

2. Recuperación

El partido de Oyola fue impecable. El volante de corte fue el amarillo que más veces recuperó la pelota y cortó el juego de los colombianos.

3. Juego lateral

El trabajo de velocidad de Caicedo, la proyección de Pineida y Velasco fueron armas letales para la victoria.

4. Seguridad

Banguera tuvo un cotejo muy acertado. Su extrema concentración le otorgó firmeza al cuadro canario en defensa.

Al Bombillo le queda prohibido perder luego de ceder puntos ante el rival más débil

En la previa, Emelec era el candidato a sumar tres puntos en territorio peruano ante Melgar, pero el tricampeón costeño fue irreconocible. Desde su propuesta en la cancha, hasta como afrontó el panorama adverso que vivieron desde la expulsión de Romario Caicedo al minuto 31.

En un grupo ajustado como el de Emelec (con River Plate, de Argentina, y el Deportivo Independiente, de Medellín), sacar puntos ante el menos opcionado iba a ser vital, pero los azules dejaron su peor cara del año en uno de los partidos más importantes de inicio de temporada. Ahora la clasificación se resume a ganar todo de local.

Siempre es positivo comenzar sumando. En 2015, Emelec derrotó a la Universidad de Chile en Santiago y esos tres puntos fueron clave para amarrar el boleto hacia octavos de final.

En Arequipa se esperaba algo semejante, pero a diferencia de aquel Emelec comandado por Gustavo Quinteros, que fue al Beira-Rio a jugarle de igual a igual al Inter de Porto Alegre, el del charrúa Alfredo Arias, respetó en demasía al rival que había que encimar.

Emelec se escondió contra Melgar y eso es lo que más preocupa en la tienda azul. No hubo producción ofensiva, ocasiones peligrosas y tampoco el destello individual que pudo salvar al Bombillo.

Arias volvió a cambiar la figura. De la línea de tres que había utilizado en los últimos juegos a la de cuatro, que no había empleado desde el 26 de febrero ante Independiente del Valle.

Más allá del dibujo táctico, Arias en el desarrollo del juego, movió las piezas en busca del empate, aún cuando Emelec dejaba la impresión de que podía afectar al local. Melgar mostró ser accesible y, que los más probable, es que los otros clubes del grupo saquen ventaja en el reducto donde claudicó el Bombillo.

1. Juego colectivo

Emelec pasó de tener una identidad de juego en lo colectivo a muchas dudas. En Perú se ponderó lo individual ante el fútbol en conjunto.

2. Marca retrasada

Se caracterizaron en los últimos años por incomodar al rival con presión alta, ya sea de local o visita. En Perú, Emelec presionó desde mitad de cancha, cediendo el protagonismo al contrario.

3. La expulsión

La temprana expulsión de Caicedo trastocó los planes del técnico eléctrico.

4. Las variantes

Arias no mantiene una sola idea de juego y esto afecta en su función. En Perú hizo cambios que no mejoraron al equipo.