La baraja de la izquierda despliega nuevas cartas

La baraja de la izquierda despliega nuevas cartas

Los nombres siguen apareciendo en la izquierda. La tendencia política tiene tres precandidatos a la presidencia y varios más suenan con fuerza para las elecciones de febrero de 2017.

El último, el de Enrique Ayala Mora. El académico ya era mencionado como una de las opciones en las reuniones que mantiene la centroizquierda desde inicios de año.

Pero su nombre tomó fuerza el fin de semana, luego de la publicación de una carta firmada por personajes relacionados con la cultura y el arte, en la que le piden que “responda favorablemente al desafío de asumir una candidatura”.

El expresidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE), Marco Antonio Rodríguez, es uno de los firmantes.

¿Por qué? Ayala Mora “es un hombre progresista y forma parte de una izquierda antidogmática, abierta al diálogo que es lo que necesita en este momento el país para salir adelante”, dijo a EXPRESO.

Las otras opciones de la tendencia son, por el momento, Lourdes Tibán y Salvador Quishpe, precandidatos por Pachakutik; Lenin Hurtado, por Unidad Popular y Paco Moncayo que, aunque no es precandidato, es otra de las alternativas fuertes que se manejan.

Para el analista político y catedrático universitario de Ecuador y Bolivia, Luis Verdesoto, el aparecimiento de varios nombres en la izquierda es parte de una estrategia para tantear el terreno electoral. Aunque cree que la táctica puede ser equivocada.

“Sin embargo, esos procesos internos deben ser respetados. Llegará un momento en el que esos liderazgos tendrán que sentarse y entender hasta dónde pueden llegar”, dijo Verdesoto a este Diario.

Y ¿hasta dónde puede llegar? Por ahora, parece que el camino es cuesta arriba para estos actores políticos. El encuestador Santiago Cuesta contó a EXPRESO que en las últimas mediciones que ha realizado entre Ayala Mora, Tibán y Quishpe alcanzarían el 2 % de intención de voto. En este grupo incluyó al exfiscal Washington Pesántez, dirigente del partido Unión Ecuatoriana.

En parte, este desgaste se explica por los nueve años en los que el Gobierno ha calificado a los opositores de izquierda como “infantiles” o “tirapiedras”. Eso ha calado, especialmente, en los fragmentos más jóvenes de la población, considera Cuesta.

El panorama podría variar en julio, cuando las organizaciones políticas empiecen a definir, en las elecciones primarias, cuál será su candidato a la presidencia y a la Asamblea.