Barack Obama y sus reflejos como estadista y democrata
Las recientes visitas del presidente de EE. UU. a Cuba y Argentina tienen interesantes ribetes de la conducción política internacional, así en Cuba, Obama se mostró abierto al diálogo con el Gobierno y sus opositores, señalando el respeto a los derechos humanos y con la esperanza de que sea el pueblo cubano el que decida su porvenir; casi 60 años de la revolución cubana y las cuatro generaciones que han transitado por ella, anticipan que los cambios vendrán muy lentamente mientras los Castro controlen el país caribeño. Ya se prepara el hijo de Raúl para sucederle.
Obama disfrutó su estadía caminando bajo la lluvia en la vieja Habana, degustando su comida, conversando con los jóvenes y damas de blanco, dando un discurso en la Plaza de la Revolución frente al pueblo isleño. Luego en Buenos Aires fue recibido por el presidente Macri con mucha cordialidad y simpatía, aunque hubo alguna protesta por su visita que no opacó su presencia en Argentina, tuvo la oportunidad de afianzar la democracia y decir que es el mejor sistema para gobernar y poder establecer convenios comerciales y de otra índole para el progreso.
Se dio tiempo para saborear exquisitos platos de la gastronomía gaucha y bailar un tango con una bella dama argentina, saliéndose del riguroso protocolo y mostrándose muy abierto y amigable. Obama es en esencia un verdadero demócrata y estadista de renombre.
Eduardo Rodríguez Vaca