Bano de verdad

Cuando un nuevo equipo ministerial se está asentando es bueno esperar mejores tiempos, innovación y cambios. Estamos saturados de diagnósticos incontables y hoy lo que necesitamos es marchar para definir el modelo educativo que el Ecuador requiere.

Nos hemos desgastado mucho cuando llevados por el deseo de desaparición de la educación particular, aún existente en ámbitos ministeriales, nos hemos autoengañado y convencido sobre aquello de que la educación pública es lo mejor y obtiene premios por encima de la particular, y lo que hemos conseguido es que: “como está bien” nadie se preocupa por ella, a nadie le importa y el problema real crece, se agiganta y cada vez nos conmueve más.

El baño de verdad es imprescindible, la educación fiscal está en peores condiciones que nunca. Hay establecimientos a los que han llegado nuevos profesores que escriben zapato con “s” y que a gritos piden en extrema situación el que se les enseñe literalmente a leer y a escribir. Si en lo académico el bajón sufrido por la educación pública es fuerte, no digamos en lo que tiene que ver en ámbitos de disciplina, en organización institucional, en ámbitos de respeto entre los miembros de la comunidad educativa del establecimiento.

En ocasiones hay miedo al alumno y se huye del problema; en ocasiones hay resquemores y se prefiere actuar sin meterse a fondo, y todo esto les da ambientes escolares propicios para que lo que ya es cotidiano se siga dando: microtráfico, pandillas, sexo precoz, irrespeto y maltrato, generando entornos pesados en los que trabajar no es grato.

Bañémonos de verdad, olvidémonos de los factores asociados que engañan y que solo sirven para llenar, temporalmente, primeros cursos universitarios. Trabajemos en una reforma real y cierta, rehabilitemos al profesor en su rol y gestión, devolviéndole la autoridad quitada; hagamos que cada quien se empodere en lo suyo, respetando sus derechos pero exigiéndoles al máximo el cumplimento de sus deberes.

Si no partimos de la verdad, cualquier intento de cambio resultará imposible, cualquier innovación solo será un sueño.