Contaminación. Durante el acoderamiento es cuando más emisiones generan las embarcaciones.

Bajar emisiones tiene costo en la logistica

A partir de 2020 las navieras deben cambiar a un combustible bajo en azufre. El costo será trasladado al valor del flete.

No hay vueltas que dar. La normativa IMO 2020, de la Organización Marítima Internacional (OMI), es imponente: desde el 1 de enero de 2020 todo el transporte marítimo internacional debe reducir la emisión de azufre de un 3,5 % actual a un 0,5 %.

“Eso se aplica para todas las compañías y todas las rutas a nivel mundial. No hay discusión”, resalta a Diario EXPRESO Francisco Ulloa, director de Maersk Line para la costa oeste de Sudamérica, que estuvo en Ecuador el mes pasado en el Foro Bananero.

La primera línea naviera del mundo apoya la normativa un ciento por ciento y maneja tres posibilidades: transformar los buques a gas natural, lo que genera una inversión mayor. Hay algunas compañías que lo están haciendo con nuevos buques, pero todavía es muy incipiente; no es factible hacerlo para toda la flota mundial de aquí al 1 de enero de 2020.

Lo otro es poner depuradores, o filtros, que se colocan en el ‘escape’ de los buques y que eliminan las emisiones de sulfuro, pero “para hacer eso en toda la flota no hay capacidad real hablando al 1 de enero, porque hay que llevar todo estos buques a dique seco a instalar los depuradores”.

La tercera opción, que tiene mayor factibilidad, “es usar un combustible al nivel del 0,5 %. Hemos conversado con refinerías en Holanda para entender cuál es la capacidad que tienen, no hay otra opción. Esto va a generar un costo adicional que es bastante más alto. El tema medioambiental es una responsabilidad de todos”.

Y el problema es ese: el costo, que podría ser de 15.000 millones de dólares para la industria y que, inexorablemente, será transferido a los costos, a esta parte de la cadena logística. En palabras sencillas, encarecerá el costo de los fletes, incluidos los que se cobran a los exportadores e importadores ecuatorianos.

Actualmente no se produce un combustible con solo el 0,5 % de azufre. Eso implica que todas las refinerías que están vendiendo y produciendo combustibles para naves van a tener que transformarse y eso genera otra inversión que hará que el combustible se encarezca. “Honestamente, si vas a los resultados de las compañías abiertas en Bolsa vas a ver que los últimos 10 años de las compañías navieras son bastante exiguos. Por lo tanto, no hay posibilidad de que las industrias absorban ese gasto. Maersk tiene poco más de 750 naves. Son unos 2.000 millones más en costo”, señala Ulloa.

En duda la competencia

La Armada del Ecuador se prepara para regular aquello, aunque todavía pelea esa competencia. El capitán Jorge López, especialista en cumplimiento de las normas de la Organización Marítima Internacional, manifiesta que Ecuador tiene un problema: “¿quién ejerce la autoridad en eso: o nosotros o la autoridad de los puertos (Subsecretaría de Transporte Marítimo)”. Por tanto, “hay que definir claramente las competencias”.