Alegría. El volante argentino, Matías Defederico (20) es felicitado por sus compañeros tras anotar el primer gol del partido, ayer en el estadio Olímpico Atahualpa.

Con baile incluido

Cuatro minutos necesitó Universidad Católica para inclinar el partido a su favor. Desplegando un juego atractivo para las gradas y con mucho orden en todas las líneas, el equipo de Jorge Célico derrotó sin problemas a Liga de Quito, ayer.

Cuatro minutos necesitó Universidad Católica para inclinar el partido a su favor. Desplegando un juego atractivo para las gradas y con mucho orden en todas las líneas, el equipo de Jorge Célico derrotó sin problemas a Liga de Quito, ayer.

El argentino Matías Defederico volvió a convertirse en el cerebro del conjunto camarata. A los cuatro minutos rompió la defensa alba y con un fuerte remate abrió el marcador.

Ese tanto impulsó, aún más, la propuesta inicial de Católica: presionar en la parte alta, cerrar todas las salidas e impedir que el rival pueda llegar con el balón dominado.

Y mientras Liga de Quito trataba de salir de ese problema para buscar el empate, el equipo católico dio un nuevo golpe. Esta vez Jhon Cifuentes tomó un rebote dentro del área y con un tiro al poste izquierdo de Viteri anotó el gol.

Era el minuto once y daba la impresión de que todo estaba liquidado. Los albos no tenían respuesta y Católica manejaba todo a placer.

Las tibias llegadas azucenas obligaron al técnico, Gustavo Munúa, a buscar una solución. Envió a la cancha a José Cevallos y cambió a línea de tres en la defensa. Con más gente en la mitad estuvo en condiciones de pelear por la posesión. Liga empezó a ganar terreno pero no tuvo claras oportunidades para marcar. Al menos, dejó de pasar sustos en su arco y eso ya fue significativo.

En el segundo tiempo todo fue parejo. El equipo de Munúa tuvo la iniciativa pero falló en el último pase. Mientras, los camaratas se sintieron cómodos y cada cierto tiempo se animaron a buscar el arco rival.

En esa pugna, los albos estuvieron cerca del descuento tras una llegada de Ánderson Julio.

En cambio, los camaratas anotaron el tercero en la respuesta. César Obando entró al área, controló el balón tras un pase alto y remató a placer. Después de eso hubo tiempo hasta para el baile.