
Bahia de Caraquez se recupera a paso lento
Ubicación. La afectación que sufrió el edificio del Municipio de Bahía de Caráquez obligó a que las oficinas se trasladen a la parte superior del mercado.
Se cumplieron dos años del terremoto que azotó mayormente a las provincias de Manabí y Esmeraldas, pero aún no se completa la reconstrucción. Bahía de Caráquez fue una de las más destruidas por el movimiento telúrico de 7,8 grados Richter. La ciudad, cuya fuente de ingresos es solo el turismo, se vio afectada en un 70 % en su infraestructura hotelera, bares, restaurantes que se destruyeron en su totalidad y otros quedaron en mal estado.
“El terremoto nos dejó en cero”, dijo a EXPRESO el presidente de la Cámara de Turismo de Bahía, Luis Mendoza Rodríguez.
El dirigente indicó que de “a poco” Bahía se va recuperando de la mano del sector privado. Aseguró que este sector ha invertido 20 millones con los que se han recuperado 23 edificios. “Los negocios empezaron a resurgir solos, en muchos casos con una ayuda paupérrima del Estado, una ayuda que no ha sido un aliciente, más bien ha sido mortificante para aquellos que recién han comenzado a resurgir”, aseguró.
Según cifras de la Cámara la reactivación económica llega al 35 %, mientras que en obra estará en 60 %. “Las autoridades se quedaron de año en la parte económica”, sentenció.
Criterio con el que coinciden varios ciudadanos de Bahía. “La economía está por los suelos”, dijo a este medio Franklin Tayedo. Él vive en el barrio Pedro Fermín Cevallos en la parte central de la urbe. Carpintero de profesión asegura que no hay trabajo. Él hace arreglos de carpintería en las afueras de su casa, que también fue afectada por el sismo.
Su familia, al igual que varios vecinos tienen ocupada media vía principal con carpas que les dieron hace dos años. “En el día pasamos en la casa, donde se cocina, se trabaja, y las noches se pasa en las carpas. Hay gente que solo se mantiene en las carpas porque no tiene el dinero para recuperar su vivienda”, afirmó Tayedo.
No fue el único en quejarse. Leonor, quien es trabajadora social, asegura que “las autoridades no se acuerdan de la gente, solo porque vivimos en el centro, creen que tenemos plata y no nos ayudan en nada”, asegura.
Ella al igual que sus vecinos perdieron sus casas por completo, y ahora han improvisado cerramientos en sus terrenos que fueron limpiados, y han hecho construcciones mixtas para poder tener donde vivir.