La audacia es el juego
Recientemente, ante el clamor ciudadano y cercanía a un año preelectoral, por fin la Asamblea dio paso a tratar el proyecto de reformas del COIP, Código Orgánico Integral Penal. Los temas más polémicos a debatir y aprobar eran la despenalización del aborto y el ‘cannabis’ para uso terapéutico. No sabría decir si la polémica sobre los puntos anteriores fue o no estrategia orquestada por los corruptos, enchufados o no, aún en el Gobierno. Así, la discusión sobre la incautación de los bienes producto del peculado, cohecho o concusión, al perder importancia, pasó a ser tema de relleno. La no aprobación de dicho punto dentro del paquete de reformas aseguró a los corruptos su fortuna mal habida.
Esta situación llama a nuestra memoria aquello de “la cirugía mayor contra la corrupción”, aquella declaración que comprometía ante la ciudadanía al primer mandatario a “extirpar” la corrupción.
Las acciones tomadas por el Gobierno resultaron ser tibias escaramuzas, inocuas, tal como lo fue la creación del Frente de transparencia y lucha contra la corrupción”, que gracias a la grabación del exsecretario de la Presidencia, Eduardo Mangas, resultó ser parte de la estrategia de distracción para hacer contrapeso a las denuncias que, fundamentadamente, había realizado la Comisión Anticorrupción, la que persiguió Pólit.
La pregunta que surge es: ¿cuál es la norma jurídica que los corruptos enchufados o no en el Gobierno, procuran evitar sea incorporada a la legislación penal? Todo indica que se trata de la extinción del dominio. A dicha conclusión nos lleva el hecho de que en la consulta de febrero del 2018 no se haya incluido como sanción la extinción del dominio de los bienes producto de la corrupción; como también se desprende de los tipos penales que se les imputó a los hoy sentenciados, como el caso del exvicepresidente, al que se lo juzgó por asociación ilícita y no por peculado, cohecho o concusión.
De los hechos descritos se concluye que hasta que se abra oficialmente la lid electoral, y conseguir el ‘statu quo’ de la corrupción, la audacia es el juego para el Gobierno.