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ATM gana batalla, pero no la guerra, a las tricimotos ilegales

Un nuevo operativo retuvo 39 vehículos en Los Vergeles. Hubo incidentes, tres detenidos y un herido. El problema se mantiene en 18 zonas de la ciudad.

Intervención. En medio de enfrentamientos, la mañana de ayer fueron retenidas 39 tricimotos.

Treinta y nueve tricimotos fueron retenidas durante un accidentado operativo que se desplegó la mañana del martes 19 de noviembre en la avenida Francisco de Orellana, al ingreso de Los Vergeles, norte de Guayaquil.

Tener vehículos no homologados, conducir sin licencia y a exceso de velocidad y circular en contravía fueron algunos de los motivos para la inhabilitación de esas unidades durante el control que efectuó personal de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM).

Como en las últimas intervenciones, el operativo contó con el apoyo de elementos de la Policía Nacional, para evitar desmanes, aunque esta vez hubo tres detenidos y un herido.

El control de las tricimotos ha sido frecuente en sectores como Bastión Popular, Pascuales, Flor de Bastión, Los Vergeles, Guasmo y Suburbio.

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Guillermo Delgado, jefe de los centros de retención vehicular, indicó que 765 unidades permanecían hasta el martes en los patios de La Iguana (km 14,5 vía a Daule), Fertisa (sur), Daule (km 10) y Los Vergeles.

En el censo que la ATM realizó en 2017 registró 3.200 tricimotos, que pertenecen a 50 operadoras, con cobertura en 18 sectores urbanos y rurales de Guayaquil. Fernando Amador, director de Transporte Público, recordó que la cifra fue el resultado del estudio de factibilidad.

Aunque se habla de que no hay más cupo, el panorama en las calles es otro. Las quejas por el mal accionar de los tricimoteros y la masificación de esos vehículos parece no terminar.

Un equipo de Diario EXPRESO comprobó el martes la manera irresponsable en la que conducen los tricimoteros en sectores como Pascuales, Juan Montalvo y Flor de Bastión.

“A veces no respetan a los pasajeros, abusan de la velocidad o cruzan el semáforo en rojo. Lamentablemente es un medio necesario para transportarme”, manifestó Lorena Gómez, moradora de la Juan Montalvo.

A pesar de ello, los tricimoteros insistieron en un incremento del cupo. “No todos somos irresponsables y además necesitamos llevar el sustento al hogar”, dijo Juan Carlos Medina, quien prefirió guardar su vehículo para evitar el control.

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Gelacio Mora, miembro del Tejido Social de Guayaquil, opinó que le faltó decisión a la ATM para frenar la masificación de las tricimotos. “El tema se le salió de las manos, no logró poner un límite”, añadió.

Amador no lo ve de esa manera. “Guayaquil tiene muchos problemas, unos heredados y otros producto del crecimiento de la ciudad. Estamos organizando el tránsito”, argumentó.

Aclaró que no está en manos de la ATM el control en la venta de motocicletas, que luego son transformadas. “Podemos intervenir en los talleres donde las acondicionan, pero más allá no”, puntualizó.