Déficit.  Para este año, la falta de financiamiento es de $ 11.000 millones. Recurrir al FMI podría ser una opción, pero condicionada a un mayor recorte.

Un aterrizaje forzoso para la economia

Déficit. Para este año, la falta de financiamiento es de $ 11.000 millones. Recurrir al FMI podría ser una opción, pero condicionada a un mayor recorte.

El motor económico trabaja con menos combustible: El desfinanciamiento del Estado y su consecuente disminución del gasto, abrieron oficialmente este año una ruta de desaceleración económica que, según los expertos, podría ‘aterrizar’ en el segundo semestre del año, cuando se concrete el inevitable ajuste fiscal. Un proceso que ha iniciado y que empieza a visualizar al sector privado como un amortiguador del posible impacto.

Según el Banco Central del Ecuador (BCE), entre enero y marzo de este año, el Producto Interno Bruto (PIB) creció un 1,9 %, un crecimiento que estuvo por debajo del 2,7 % alcanzado en igual trimestre del año pasado. Este menor ritmo de crecimiento no es una sorpresa, explica Fausto Ortiz, exministro de Finanzas. Sobre todo si este primer trimestre es comparado con un periodo que, el año pasado estuvo caracterizado por una inyección de recursos en un contexto electoral. “Y eso hoy hace que inevitablemente la economía no tenga el mismo nivel de liquidez...A eso se suma el tema de las importaciones que al no haber salvaguardias estas han tendido a incrementarse y eso de alguna manera complica el crecimiento económico”. Esto no sería un problema si este incremento fuera al mismo ritmo que las exportaciones, algo que este año no ocurre. Según el BCE, estas crecieron un 8,4 % respecto al primer trimestre del 2017, versus el 1,1 % de las exportaciones.

Hay expertos que intentan ver este escenario desde otra perspectiva. Para Vicente Albornoz, analista económico y decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la U. de las Américas, una mayor importación también es señal del positivismo que hay en el mercado. La razón que, a su parecer, está impidiendo que un menor gasto estatal tenga consecuencias más fuertes dentro de la economía. “El gasto público viene disminuyendo por tres trimestres anuales consecutivos, pero lo interesante de esto es que el PIB todavía sigue creciendo. Lento, pero en crecimiento”. Algo que no se daba en el Gobierno de Rafael Correa, época en la que la correlación gasto público-PIB era inmediata.

Según el BCE, el consumo del Estado de este año creció un 1,3 %, versus el 3,1 % de igual trimestre del año pasado. Albornoz explica que ese resultado se torna en una real caída si se toma en cuenta la totalidad del gasto, que incluye la inversión pública. “En el sector público no financiero la caída del gasto fue de $ 8.989 millones a $ 8.369 millones; es decir, de un 7 % menos. Si hablamos del Gobierno central, el porcentaje es de un 15 % (al ir de $ 5.798 millones a $ 4.952 millones)”.

Albornoz afirma que este desacoplamiento entre el gasto público y la economía “es algo muy positivo” porque eso significa que la contracción del gasto estatal que tendrá que continuar en el segundo semestre del año, “posiblemente no tenga un efecto tan fuerte en la economía”.

Él cree que este desacoplamiento probablemente se esté dando por un mejor ambiente de negocios y de optimismo que hace que las empresas se animen a invertir más y que los hogares consuman un poco más, “algo que podría estar reemplazando parcialmente el gasto público como motor de la economía”. Según las cifras oficiales del Central, el gasto en los hogares creció un 4,6 % hasta marzo de este año, versus el crecimiento del 3,3 % del año pasado.

Esta señal que viene del sector público es importante, dicen los expertos, pero aún está por verse si ha seguido el mismo comportamiento en el segundo trimestre del año. Todo dependerá, dicen, de cómo se siga mejorando el ambiente para la inversión y los negocios. La clave, para que el ajuste fiscal no tenga efectos tan dolorosos.

Credit Suisse: “Una nueva recesión podrá ser inevitable”

En su último informe, la multinacional financiera Credit Suisse analiza la ruta económica de Ecuador de la que, advierte, podría terminar en una nueva recesión “inevitable” para restaurar los equilibrios externos e internos en Ecuador. “Creemos que las condiciones se empiezan a establecer para que el crecimiento de la demanda interna disminuya a medida que el Gobierno recorta el gasto y el sistema financiero comienza a desacelerar la expansión del crédito”, un escenario en el que “la participación del sector privado será necesaria para no sacrificar demasiado el crecimiento” en época de ajuste fiscal.

Recomendó al país analizar el alcance de cualquier posible acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “Hay que preguntarse si Ecuador podrá acceder a los mercados internacionales de bonos sin el apoyo del FMI en los próximos meses”.

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