Ahora sí, un atajo a lo robado

Ahora si, un atajo a lo robado

Fiscalía abrió el cajón del despacho general y encontró una linterna que ilumina el camino hacia el dinero perdido en la corrupción cocinada durante años entre funcionarios del Gobierno de Rafael Correa y la constructora Odebrecht.

Fiscalía abrió el cajón del despacho general y encontró una linterna que ilumina el camino hacia el dinero perdido en la corrupción cocinada durante años entre funcionarios del Gobierno de Rafael Correa y la constructora Odebrecht. Ese foco de luz es un convenio con el Instituto de Gobernanza de Basilea suizo que sirve como llave maestra para acceder a toda la información y detalles de cómo y a quién fluía el pago de sobornos a cambio de contratos públicos.

El convenio se firmó ayer con el fiscal general, Carlos Baca Mancheno; la directora del organismo suizo, Gretta Fenner; y el director del mismo en Perú, Óscar Solórzano. Pero el documento llevaba guardado casi un año desde que el responsable anterior de la Fiscalía General del Estado, Galo Chiriboga, comenzó a negociarlo con el Basel Institute y lo dejó casi listo, a falta de una firma. Eso fue en junio de 2017. Desde entonces, no trascendió ningún avance, según desveló EXPRESO en noviembre del año pasado, tras conversar con las autoridades del instituto suizo que tiene una sede en Perú, quienes seguían interesadas en concretar el acuerdo y se habían quedado sin respuesta.

Aun así, Fiscalía recalcó ayer a EXPRESO que no había un “preacuerdo” ni ningún contenido “preaprobado”. Y, pese a asegurar que se hicieron algunas modificaciones sobre el documento avanzado por Chiriboga, no precisaron, en cambio, qué contenido se añadió o se retiró del acuerdo ya firmado. En su día, la Fiscalía dejó a EXPRESO sin respuesta sobre por qué no se dio trámite para culminar la negociación.

Lo que sí se sabe es que el convenio firmado ahora (y el borrador anterior) coinciden, literalmente, en definir que el objetivo de la colaboración es “asistir y apoyar a la Fiscalía General del Estado a identificar, localizar, comisar y repatriar activos ilícitos provenientes de actos de corrupción o blanqueo de activos cometidos en perjuicio del Estado ecuatoriano”. También en que se brindará “asistencia técnica en casos específicos para la persecución penal”, allá “donde se identifique el blanqueo de activos y otros ilícitos financieros”. Y sin costo para el Estado ecuatoriano.

Eso significa que el Basel Institute orientará a la Fiscalía ecuatoriana a la hora de recabar información de Suiza (tras las peticiones de cooperación penal ya rechazadas por no haber cumplido con los requisitos formales), intermediará con las autoridades del país europeo para que Ecuador pueda acceder al servidor de Odebrecht alojado allí y que acompañará a Fiscalía en el rastreo del dinero. Tras eso, solo quedará la recuperación. Y, como indicó a este Diario en su día el director del instituto en Perú, sería muy útil una ley de extinción del dominio, como el proyecto que ya recibió la Asamblea o como el que frenó en 2008 Alianza PAIS con apoyo de la oposición.

Datos:

Contratar a multinacional. El presidente Moreno pidió contratar a una empresa que rastree los activos. Con el Basel Institute, no hay costo.

Experiencia en Perú

Con la asesoría del Instituto de Basilea, Perú ha recuperado $ 100 millones desviados durante el Gobierno de Fujimori y ha localizado 15 cuentas en Suiza.

Qué hay en Suiza

El país europeo tiene un servidor donde Odebrecht registraba los seudónimos de quienes recibían sobornos, las empresas a través de las que se hacían los pagos y los proyectos de construcción por los que pagaban coimas.