Importancia. El paso elevado aliviará el tránsito de la avenida de las Américas, específicamente en sentido norte-sur de la ciudad.

Un atajo para ir del norte hacia el centro de Guayaquil

Al mediodía de ayer fue abierto al tránsito el nuevo puente de la avenida de las Américas, que reemplaza al que colapsó en el terremoto del 16 de abril del 2016.

Al mediodía de ayer fue abierto al tránsito el nuevo puente de la avenida de las Américas, que reemplaza al que colapsó en el terremoto del 16 de abril del 2016.

El paso elevado, de 262 metros de longitud, puede soportar una carga vehicular de 4.000 unidades por hora.

La Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) calcula que la mayor demanda es de 3.800 automotores y solo en horas pico.

El viaducto une en sentido norte-sur a la avenida de las Américas con la Luis Cordero Crespo, desde la calle Benito Orellana hasta la Sufragio Libre, que conecta con el sector del Cementerio General .

Es un atajo para llegar desde el norte al centro de la ciudad y desahoga el flujo de la transitada avenida de las Américas.

El diseño geométrico en la curva es más amplio en comparación con el antiguo paso, lo que permite un mejor giro en sus carriles. La ATM advirtió que la máxima velocidad sobre el viaducto es de 50 km/h.

El nuevo viaducto fue construido con modernas técnicas sismorresistentes y con un elevado componente metálico, lo que prolonga su vida útil.

Se complementa con los aisladores sísmicos direccionales, amortiguadores, juntas, guardavías e iluminación.

Tras la habilitación de este paso elevado ya no será compartido el carril de la metrovía ubicado en la prolongación de la avenida Pedro Menéndez Gilbert, informó la ATM.

La inauguración la efectuó el alcalde Jaime Nebot, quien aprovechó para aclarar dos críticas que hizo el coordinador zonal 5 y 8 del Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop), Víctor Argoti, sobre la gestión municipal para la construcción del viaducto.

El primer cuestionamiento era por una posible lentitud en la adjudicación de una obra declarada como urgente.

“Si las obras de emergencia se hacen a dedo será en otra parte. El Municipio de Guayaquil no usa el dedo para metérselo al pueblo ni señalar contratistas”, manifestó Nebot.

Indicó que la obra fue otorgada a una empresa con experiencia, a un menor costo.

La otra fue por la demora de las labores. El alcalde puntualizó que el proceso tomó seis meses, desde que se entregó el anticipo hasta la fecha. En ese lapso, dijo, se hicieron los estudios, giro técnico y la necesidad del tránsito, tomando en cuenta que el primer puente se construyó en 1982.

“Pudo haberse terminado un mes antes, pero había que cerrar completamente la avenida, ni siquiera podía pasar la Metrovía. El embotellamiento hubiese sido grave”, enfatizó el alcalde, quien no descartó asignar un nombre al nuevo paso elevado.