ASGARDIA

ASGARDIA

Una ‘nación espacial’ que promueva la investigación científica sin límites, ni regulaciones y cree métodos para proteger a la Tierra de los distintos peligros que enfrenta (desde enfermedades hasta asteroides), es el deseo de un grupo de científicos. Y capaz, del común de los mortales.

Los investigadores que tienen como cabecilla al científico y empresario ruso, Igor Ashurbeyli, presentaron -el 12 de este mes- sus planes en una conferencia en París (Francia) y anunciaron que el nuevo país será bautizado como Asgardia, en honor a la ciudad en el cielo de la mitología nórdica.

También indicaron que en su sitio web están abiertas las inscripciones para los primeros 100.000 ciudadanos (cuatro días después más de 240.000 personas habían tramitado su solicitud para ser asgardianos). Esta cifra, dicen, les da el derecho de pedir a la ONU que analice el reconocimiento de Asgardia como una nación estado. La solicitud ya está en camino.

“La esencia de Asgardia es la paz en el espacio y la prevención de que los conflictos de la Tierra no sean transferidos al espacio. Asgardia también es único desde un aspecto filosófico, para servir a toda la humanidad, sin importar su bienestar personal y la prosperidad del país donde nacieron”, explicó Ashurbeyli al The Telegraph.

Asgardia es el prototipo de una sociedad libre y sin restricciones que contiene conocimiento, inteligencia y ciencia en su centro, con el reconocimiento del valor de cada vida humana, viene a describir el sitio del nuevo país al invitar a sus potenciales nuevos ciudadanos (www.asgardia.space/technology).

El objetivo del proyecto, respaldado por The Space Journal y el Aerospace International Research Center, es eliminar las limitaciones económicas y políticas que afectan al desarrollo de la ciencia. La organización del nuevo estado adelantó que se buscará lanzar un primer satélite entre el 2017 y 2018.

Entre sus principales iniciativas están la creación de un sistema de protección de la Tierra que permita evitar los riesgos de amenazas cósmicas, creadas por el hombre y naturales, incluyendo la gran cantidad de basura espacial que orbita alrededor del planeta.

En lo que respecta a la logística, físicamente los ciudadanos de la nación estarán en la Tierra, vivirán en distintos países en el planeta, así que serán ciudadanos de su propio país y al mismo tiempo de Asgardia.

En el sitio web oficial se pueden leer estos datos y participar en competencias para diseñar la bandera, una insignia y el himno de la nueva nación.

De momento es una idea bonita, pero no exenta de cierto riesgo eso de permitir la investigación científica sin ningún tipo de limitación. Veremos qué dicta el futuro.