Aplausos y respeto a Delfín tras culminar una campaña histórica

Aplausos y respeto a Delfin tras culminar una campana historica

Manta Los aplausos de todos los hinchas presentes en el estadio Jocay -incluidos los emelecistas- no le dieron consuelo a los jugadores del Delfín, quienes durante más de 20 minutos esperaron a la salida del camerino la ceremonia de premiación, aquella en la que nadie quiere estar, la del segundo lugar.

Luciendo camisetas y gorras blancas, los integrantes del conjunto cetáceo trataban de hacer más corta la espera dándose apoyo mutuamente. Luis Luna, abrazado con Carlos Garcés, observaba con impotencia el regreso de los integrantes de Emelec a la cancha. No hablaban, pero sus gestos reflejaban claramente su deseo de estar del otro lado del espejo.

Jugadores, dirigentes, miembros del cuerpo técnico, médico y personal de apoyo marcharon rumbo a la tarima para recibir su premio consuelo. El último en unirse al grupo, Roberto Ordóñez, fue ovacionado por los hinchas de su club y también del rival.

El venezolano John Chancellor lució con orgullo su estandarte patrio. La medalla que recibió de manos de Carlos Villacís, presidente de Ecuafútbol, representaba el recuerdo tangible que se llevará a Rusia, donde el próximo año continuará su carrera.

La nota negativa la protagonizó el defensa Francisco Silva, quien fue separado de la concentración por un acto de indisciplina, según dijo el técnico Guillermo Sanguinetti.

De esta forma cayó el telón de la temporada 2017 para Delfín, el humilde equipo manabita que con poco hizo mucho en el campeonato nacional, llevándole un poco de alegría a una ciudad que se levantó de los escombros de un terremoto, para reclamar un puesto de privilegio en la élite del fútbol ecuatoriano. MGD

Manta Los aplausos de todos los hinchas presentes en el estadio Jocay -incluidos los emelecistas- no le dieron consuelo a los jugadores del Delfín, quienes durante más de 20 minutos esperaron a la salida del camerino la ceremonia de premiación, aquella en la que nadie quiere estar, la del segundo lugar.

Luciendo camisetas y gorras blancas, los integrantes del conjunto cetáceo trataban de hacer más corta la espera dándose apoyo mutuamente. Luis Luna, abrazado con Carlos Garcés, observaba con impotencia el regreso de los integrantes de Emelec a la cancha. No hablaban, pero sus gestos reflejaban claramente su deseo de estar del otro lado del espejo.

Jugadores, dirigentes, miembros del cuerpo técnico, médico y personal de apoyo marcharon rumbo a la tarima para recibir su premio consuelo. El último en unirse al grupo, Roberto Ordóñez, fue ovacionado por los hinchas de su club y también del rival.

El venezolano John Chancellor lució con orgullo su estandarte patrio. La medalla que recibió de manos de Carlos Villacís, presidente de Ecuafútbol, representaba el recuerdo tangible que se llevará a Rusia, donde el próximo año continuará su carrera.

La nota negativa la protagonizó el defensa Francisco Silva, quien fue separado de la concentración por un acto de indisciplina, según dijo el técnico Guillermo Sanguinetti.

De esta forma cayó el telón de la temporada 2017 para Delfín, el humilde equipo manabita que con poco hizo mucho en el campeonato nacional, llevándole un poco de alegría a una ciudad que se levantó de los escombros de un terremoto, para reclamar un puesto de privilegio en la élite del fútbol ecuatoriano. MGD