
Ammo Avenue: “Los sudamericanos queremos llegar a Europa”
Conversar con Sebastián Paul, conocido artísticamente como Ammo Avenue, de 23 años, es reconocer a un joven que a su corta edad sabe con seguridad lo quiere en su vida.
Conversar con Sebastián Paul, conocido artísticamente como Ammo Avenue, de 23 años, es reconocer a un joven que a su corta edad sabe con seguridad lo que quiere en su vida.
En el 2016 se graduó como publicista y posteriormente trabajó en una agencia en Lima hasta principios de este año. Esta experiencia, además de traerle estabilidad económica y formación profesional, provocó que deje un poco de lado una de sus más grandes pasiones: la producción de música electrónica.
Ahora, Ammo Avenue dedicará todo su 2019 a esto y a tocar. La primera parada fuera de su país ha sido en Ecuador, por segunda vez, pero esta visita trajo algo especial: la oportunidad de tocar en el club Lost Beach de Montañita, uno de los más reconocidos a nivel mundial.
“Es un destino superconocido, se escucha mucho. Mis propios amigos me decían ‘wow, vas a tocar allá’. Por años habíamos dicho ‘tenemos que ir’ y ahora lo pude hacer”, relató.
El peruano forma parte de esta creciente camada de DJ sudamericanos que sueñan con llegar a Europa y Estados Unidos.
Considera que en Ecuador y en Perú, pese a que hay público que consume la música, los niveles de producción recién se han vuelto interesantes en los últimos 10 años. “Aún falta mucho, pero no es descabellado pensar que en algún momento vamos a tener escenarios como los de allá”, reconoció.
Además de las presentaciones, el conocer distintas culturas y ciudades se ha convertido en una motivación para asegurar que quiere tener este tipo de experiencias para toda la vida.
Generalmente viaja solo, sin embargo la tranquilidad de su familia es muy importante para él y constantemente les está comunicando sus pasos.
Reconoce que las fiestas de este tipo de música están manchadas por comentarios negativos, pero bajo su percepción “son tan riesgosas como puede serlo un estadio o un concierto. Todo depende de la gente, no de la música”.
Ganas de bailar y euforia son las emociones que transmiten sus canciones de deep house y tech house. Mientras toca, trata de moverse, conectar con el público mediante miradas y disfrutar tanto como lo hacen los espectadores.