La ambicion desmesurada conduce a la corrupcion
Nada peor para los políticos que pasar años en la cárcel por delitos de corrupción. Cuando están en el poder, muchos dignatarios y altos funcionarios públicos -elegidos para administrar correctamente los recursos estatales- se dejan llevar por la ambición desmesurada para acumular riquezas materiales de manera fraudulenta e ilegal. Lo normal sería que no abandonen los países donde ejercieron sus cargos y reciban el reconocimiento de los ciudadanos por la importante gestión desarrollada, pero desde hace tiempo ciertos mandatarios salientes enfrentan graves denuncias de corruptelas durante sus regímenes. Como prueba: el caso del expresidente Correa, quien reside en Bélgica y se ha declarado “perseguido político” por la docena de juicios en su contra. En Perú la justicia ha procesado y arrestado a varios exmandatarios por corrupción, entrega de millones de dólares de Odebrecht a cambio de aprobación de contratos de construcción de megaobras, y acaba de suceder el suicidio del expresidente Alan García -investigado por este tema-. Al parecer no estaba dispuesto a soportar la humillación de ir a prisión.
Alfredo Muñoz