Alternativa por la democracia
El 2 de abril Ecuador elegirá presidente y vicepresidente, en una contienda con candidatos desplazados en su protagonismo por tendencias. La una representa la continuación de un modelo de gestión concentrador del poder; la otra, una alternativa por la democracia, a la que se han adherido sin distingos ideológicos los más diversos actores políticos y sociales. La situación del país es tan crítica que no hay cabida para un renacer de esperanzas. Existe un deseo multiplicado de terminar con un régimen acusado de irrespetar leyes e instituciones, de derrochar cuantiosos recursos públicos, de un descomunal endeudamiento externo e interno, agudo déficit fiscal maquillado con más créditos, ventas anticipadas de petróleo, utilización de reservas del Banco Central y recursos del IESS. Además, salpicado de corrupción.
Una elección en democracia debería ser una alegre jornada cívica, que culmina con la felicidad de triunfadores y el desencanto de perdedores; unos preparándose para gobernar y otros armando estrategias para criticar, incluso ácidamente, equivocaciones del nuevo gobierno. En ese escenario fue elegido el actual presidente.
En su postulación nunca dijo ser partidario del gobierno de un partido único, restringir la libertad de expresión, que solo lo público construye desarrollo, relegando el aporte de la actividad privada. Radio Democracia conserva grabación en que se manifiesta creyente de la división de poderes, de la independencia de la función judicial y los órganos de control, en la práctica eso no ha sucedido. A diez años de gobierno, nos acercamos a estatificar las actividades, como lo hicieron en su tiempo el nazismo, el fascismo o el partido comunista en Rusia, después de la Revolución bolchevique.
Se espera que el próximo gobierno dedique esfuerzos a restaurar una real democracia, con tolerancia, en orden, que promueva el bienestar de todos y no de grupos; que devuelva la autonomía a universidades, organismos seccionales, que proteja los recursos naturales, consultando con comunidades asentadas en esos territorios.
Ojalá se piense primero en el país.
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