Almuerzos familiares y sociales
Los almuerzos familiares o sociales deberían ser un momento de interacción afectiva; pero, en muchas reuniones, cada asistente se concentra chateando en el celular sin prestar atención a los presentes; hasta los niños lo hacen y no se los puede corregir porque ahora se trauman. Si se cae Internet cunde el pánico, los nervios se alteran y los rostros de los internautas se desencajan por la tensión; el ambiente es un caos hasta que regresa la señal y todo se ‘normaliza’. Hasta dónde hemos llegado que estas reuniones ahora son un fastidio y un estorbo para algunos, ya que les impiden navegar (sin interrupciones ni molestias) en el ciberespacio, que es lo que les interesa.
Miguel Ulloa Paredes