Los No Alineados celebran su cumbre debilitados y con pedidos de cambio

Un cambio de mentalidad. El Movimiento de los Países No Alineados (MNOAL) se reúne en isla Margarita, Venezuela, disminuido y en medio de críticas. Desde hoy participa en el cónclave el presidente ecuatoriano Rafael Correa.

Un cambio de mentalidad. El Movimiento de los Países No Alineados (MNOAL) se reúne en isla Margarita, Venezuela, disminuido y en medio de críticas. Desde hoy participa en el cónclave el presidente ecuatoriano Rafael Correa.

La avanzada ecuatoriana la hizo el ministro de Relaciones Exteriores, Guillaume Long. Él llegó a la cumbre el jueves para participar en la reunión de cancilleres y debatir el documento que será firmado por los presidentes y jefes de Estado.

“Estamos comprometidos con las causas de los países No Alienados, causas históricas que trascendieron los sesenta, setenta, ochenta y que, incluso después de la Guerra Fría, siguen vigentes. Somos no alineados frente al neoliberalismo, al imperialismo y la injusticia”, dijo Long.

¿Qué ha debilitado la relevancia que tuvo este movimiento? Para el excanciller y diplomático de carrera, José Ayala Lasso, mantener discursos y acciones de la época de las tensiones entre Estados Unidos y la Unión Soviética hace que el MNOAL no recupere el protagonismo que sí tuvo en décadas anteriores al fin de la Guerra Fría.

“El movimiento no puede perder vigencia, se debe mantener porque siempre hay causas mundiales que deben ser defendidas por este bloque. Pero la geopolítica mundial ha cambiado y es necesario que el enfoque de sus integrantes vaya en ese sentido”, dijo Ayala a EXPRESO.

Para esta edición de la cumbre, pocos presidentes y jefes de Estado confirmaron su presencia, al menos hasta ayer. Además de Correa, estarán Evo Morales de Bolivia; Mahmud Abás, de la Autoridad Nacional de Palestina; Hasán Ruhaní, de Irán, y Robert Mugabe, quien gobierna Zimbabue desde hace 29 años.

Ese, considera Sebastián Mantilla, director ejecutivo del Centro Latinoamericano de Estudios Políticos (Celaep), es otro factor que ha minado la trascendencia de la cita de los No alineados.

“Hace 30 años había una participación permanente de líderes mundiales, especialmente de Asia y Oriente Medio, que alcanzaron relevancia a escala mundial y que, con su presencia, impulsaban a este grupo”, puntualizó.

Las críticas no son solo externas. En la cumbre hay conciencia de que es necesario hacer cambios. La canciller de Indonesia, Retno Marsudi, por ejemplo, hizo un exhorto para que los No Alineados ajusten su mentalidad a las realidades del siglo XXI.

Ecuador, mientra tanto, hizo un llamado para que MNOAL apoye su propuesta de crear un instrumento vinculante en Naciones Unidas para que las grandes corporaciones transnacionales tengan que enfrentarse a su responsabilidad y garantizar los derechos humanos.