
Albos: el efecto domino
Refuerzo. El colombiano Sherman Cárdenas es el nuevo jugador albo. Tiene 27 años y mide 1,68. Llega a préstamo desde el Vitoria de Brasil. Fue parte del Atlético Nacional, campeón de la Libertadores 2016.
Liga de Quito peleaba los primeros lugares en 2015. Estaba invicta. Entonces, su visita a El Nacional significó una taquilla de 252.940,50 dólares. En cambio, en esta temporada lucha en la zona del descenso y su paso por el Olímpico Atahualpa, ante los mismos militares, dejó $ 80.184,50.
Esa es una muestra de que el mal momento del equipo albo también puede afectar a los demás planteles, principalmente de la Sierra, donde tiene una gran cantidad de seguidores.
Otro ejemplo se da ante Universidad Católica. En 2015 dejó $ 255.782,50 y este año apenas $ 38.504.
Cuando ganó la Copa Libertadores en 2008, Liga de Quito dio el salto internacional de calidad, que le permitió crecer como institución. Con ello, llegaron los efectos secundarios como el aumento de presupuesto y la contratación de jugadores a precios más altos.
El equipo quiteño tenía la obligación de seguir en esa élite internacional y por eso contrataba futbolistas caros, con recorrido. Esas plantillas fueron atractivas dentro del torneo local, por lo que sus visitas interesaban a los hinchas. Era raro mirar a Liga de Quito jugar con gradas vacías.
El fenómeno albo de entonces era similar a lo que es Barcelona. Cada vez que iba a otras ciudades el precio de la entrada se multiplicaba y siempre se vendía todo.
Esa mecánica exitosa duró hasta 2011, cuando llegó a la final de la Sudamericana. A partir de ahí los históricos de la Libertadores se cargaron de años y los refuerzos no cumplieron. El equipo ya no pudo recuperar su protagonismo local, mucho menos internacional.
Salvo en 2015, cuando Luis Zubeldía los llevó a la final, el cuadro albo ha peleado lugares secundarios. Aunque seguía despertando interés cada vez que jugaba de visitante, cada vez era menor. En esta última campaña los números señalan que ya no es tan taquillera. En Cuenca asistieron 3.133 hinchas y en Ambato 8.122.
Si bien las visitas albas no solucionan el presupuesto del rival, a los clubes les conviene que Liga de Quito mejore para ganar un poco más.