Ayuda. Los refugiados en Pedernales tuvieron que lidiar con una gran cantidad de lodo. Ellos necesitan botas de caucho.

Albergues seguros, el reto para el Gobierno

Asesoría internacional. Eso recibirá el Gobierno para establecer los sitios y condiciones que deben tener los albergues definitivos para los damnificados del terremoto del 16 de abril.

La noche del sábado y madrugada del domingo, la lluvia no paró en Pedernales. Algunos albergues amanecieron cubiertos de barro. Pala en mano, Fátima Jama Charcopa recogía ripio para ponerlo en el ingreso de la carpa que le asignó Acnur (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados), en la vía a San Vicente. Ella trataba de hacer una barrera para impedir que el agua vuelva a ingresar a su tienda.

A la par, una pala mecánica trataba de remover el agua y dejar la tierra más firme para que los refugiados pudieran caminar y desarrollar sus actividades.

Este campamento cuenta con nueve servicios higiénicos, una unidad móvil de salud de la Prefectura de Pichincha y una zona de entrega de víveres y alimentos. Se ha improvisado un área de juego para los niños.

Una de las damnificadas, Liliana Bravo, comentó a EXPRESO que sí están recibiendo ayuda, pese a las limitaciones que estar fuera de su hogar les ha generado. “Con estas lluvias, necesitamos que nos ayuden con botas para el lodo y, si es posible, gorras para el fuerte sol”, indicó. Liliana empezó a sentir comezón en sus pies luego de caminar por el fango.

La mayoría de los albergues fueron montados de emergencia. Algunos, como el de Pueblo Nuevo, en Muisne, por iniciativa de los comuneros. Luego el Ministerio de Inclusión tomó a cargo la administración. En su visita a Esmeraldas, el presidente Rafael Correa advirtió que los damnificados podrían pasar varios meses en los albergues y dijo que, pese a que se han mejorado los actuales, son insuficientes y se necesita realizar mejoras.

Este domingo el ministro del Interior, José Serrano visitó junto a funcionarios de Acnur un albergue ubicado donde se construía la terminal de Pedernales. Ese resultó menos afectado por las lluvias.

Ahí entregaron un nuevo modelo de carpa que acogerá a una sola familia. Son las que se usan para los refugiados en conflictos como el de Siria o Afganistán y tienen una vida útil de no menos de 18 meses.

Al ser consultado sobre el plan de mejora y reubicación de los refugios, Serrano explicó a EXPRESO que se cumplen las recomendaciones internacionales. Se ha formado, además, un equipo de trabajo integrado por Cruz Roja Internacional, Acnur, la Organización Internacional de Migraciones y funcionarios gubernamentales.

“La primera recomendación prioritaria es que existan casas de acogida para los damnificados. El presidente anunciará un bono para estas personas”, adelantó Serrano a este Diario. Estaba previsto que la noche de ayer esta comisión internacional mantenga la primera reunión.

María Clara Martín, representante de Acnur en Ecuador, dijo que definir los parámetros para tener albergues adecuados es un tema complejo. “Por un lado está la parte física del lugar, que debe ser viable. Pero lo fundamental es asegurar la protección de las personas, que las mujeres y los niños no estén sometidos a más riesgos”.

También se recomienda que las letrinas estén lejos del área de cocina y de los puntos de agua y alimentación.

Asimismo, el Gobierno analiza levantar carpas cerca de las casas que podrían ser reconstruidas para que sean usadas por los propietarios del inmueble. Se les entregarían herramientas para las reparaciones.