Moda. En los locales se exhiben los trajes indígenas, hechos con las mejores telas y bordados de calidad.

El ajuar indigena no pierde su esencia y su valor

La mujer indígena tungurahuense de Chibuleo conserva su esencia. Acostumbra utilizar prendas autóctonas elaboradas al menos con lana de borrego. En tiempos ancestrales se hacían las prendas con lana de vicuña y los collares o washcas de corales rojos

La mujer indígena tungurahuense de Chibuleo conserva su esencia. Acostumbra utilizar prendas autóctonas elaboradas al menos con lana de borrego. En tiempos ancestrales se hacían las prendas con lana de vicuña y los collares o washcas de corales rojos originales.

Cada prenda tiene su significado pero también un precio que en muchas ocasiones no está al alcance de todos los bolsillos. Es por eso que las washcas son heredadas de las abuelas, las originales pueden llegar a costar hasta 120 mil dólares, asegura la doctora.

“Anteriormente, el utilizar más collares era sinónimo de poder, no solo económico, sino espiritual. Esas mujeres tenían el respeto de toda la comunidad. Las abuelas los dejan en herencia a sus hijas para que siempre los luzcan con orgullo”, dijo Marcia Masaquisa, miembro del Pueblo de Salasaka. Además el uso de bayetas era ejemplo de laboriosidad. “Las bayetas que son como las bufandas, se las ponían unas tras otras, lo que era admirado por todos.

Asegura que los anacos deben ser de lana de borrego o vicuña, porque el hilo compagina con el cuerpo y la naturaleza, además se acopla al clima, es decir cuando hace frío la prenda da calor y cuando hace calor brinda frescura.

“En la actualidad las mujeres mantienen la vestimenta tradicional con accesorios que pasan como obsequio de generación tras generación.

En Pilahuín y Chibuleo se mantiene la tradición de regalar los accesorios a la descendencia, pero quienes no los heredan adquieren imitaciones”, explica la profesional (F)