
En el aeropuerto de Olmedo aterrizara una ciudad modelo
De lo que ahora se conoce como aeropuerto José Joaquín de Olmedo, no quedará ni una roca. En 2024, cuando la terminal aérea se mude a su nueva base, Daular, las 200 hectáreas que ahora comprenden la zona serán la superficie de una ambiciosa obra urbaní
De lo que ahora se conoce como aeropuerto José Joaquín de Olmedo, no quedará ni una roca. En 2024, cuando la terminal aérea se mude a su nueva base, Daular, las 200 hectáreas que ahora comprenden la zona serán la superficie de una ambiciosa obra urbanística.
Se trata de una transformación sin precedentes en Guayaquil. De una “ciudad modelo”, como le llaman sus gestores. Con “todos los conceptos modernos de desarrollo, aspectos ecológicos y de modernización”, que buscará proyectarse como ejemplo en la región.
Nicolás Romero, gerente de la Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil, explica en una entrevista con EXPRESO que una compañía experta en urbanismo deberá poner en pie el proyecto, y que este estará comprendido por áreas verdes en un 40 %, sin que esto represente mermar un óptimo desarrollo comercial y residencial.
Se tendrán en cuenta “las necesidades de Guayaquil”. Por ejemplo, otro 40 % estará destinado para mejorar el tráfico. “En esos 800.000 metros cuadrados se construirán vías que permitirán unir la Menéndez Gilbert con la avenida de las Américas. Se aprovechará para ese fin el área en donde ahora está la pista”, agrega por su parte el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot. Aclara, también en consulta con este Diario, que “no habrá industrias; pero sí existirán servicios, edificios de viviendas, centros comerciales y villas de uno y dos pisos”.
Una ciudad modelo es una zona planificada y ordenada urbanísticamente. Construida bajo parámetros de sustentabilidad y amigable con el ecosistema. Para el asambleísta por Madera de Guerrero Henry Cucalón, que explica el concepto de este proyecto, “la obra será uno de los mayores desafíos que tiene la urbe”.
En la región, otro país que decidió sacarle provecho al terreno de su aeropuerto antes de construir el nuevo fue México. En el espacio que ocupa el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de Ciudad de México (AICM) se impulsarán proyectos ecológicos y ambientales.
La capital ecuatoriana también hizo lo propio en lo que ahora se conoce como el parque Bicentenario, cuyas 125 hectáreas constituyen el área verde más grande de Quito.
Aún no hay maquetas que permitan concebir una idea de lo que verá Guayaquil en el José Joaquín de Olmedo. La compañía que gane el concurso deberá presentar su propuesta a las autoridades en ese formato. Lo que sí hay es constructoras interesadas. Varias. Todas internacionales.
Desde que el Servicio Nacional de Contratación Pública tiene el proyecto en su portal, llegan consultas de EE. UU., Canadá, Singapur... La empresa elegida en los próximos siete años deberá, como requisito ineludible, asociarse a una compañía ecuatoriana.