Adriana Hoyos: Una apasionada por el diseño

Adriana Hoyos: Una apasionada por el diseno

Cuenta con más de 800 proyectos de interiorismo realizados en residencias de lujo, reconocidos hoteles, oficinas de todo el mundo; sin mencionar los premios y distinciones en la Excelencia en el Diseño y trayectoria profesional en países como Ecuador, Estados Unidos, México, Colombia, Perú, Panamá y Chile.

Los 25 años de trayectoria de esta ecuatoriana nacida en Colombia, como ella se define, han estado llenos de pasión y eso es precisamente lo que refleja su libro ‘A passion for design’ (Pasión por el diseño), una publicación que representa y celebra una carrera que ha inspirado a muchos y que ha hecho que su empresa, que como destaca nuestro personaje “tiene bandera ecuatoriana”, se dé a conocer en casi toda América.

Una pasión publicada

Esta obra recoge material gráfico que fue recopilado durante casi un año y cuyas primeras secciones abordan la producción del diseño de interior y decoración, pero en definitiva resaltan la evolución, innovación y creatividad de una diseñadora y una empresa que nunca tuvieron miedo a tomar riesgos y proyectarse de forma internacional. Además, también contempla la faceta de Adriana como diseñadora de muebles, que nació, como nos cuenta ella, de la poca oferta de mobiliario y que ahora la tiene trabajando en su décima colección.

11 showrooms y sigue creciendo

Para esta entrevista, Adriana nos recibió en su showroom (sala de exhibición) de Urdesa, una de las cuatro tiendas que tiene en el país (Quito, Guayaquil, Cumbayá y Samborondón). Y es que esta interiorista que llegó a vivir a Guayaquil a los 11 años desde su natal Colombia ha cultivado muchos éxitos gracias a lo que ella define como perseverancia, pues nunca está quieta, siempre se encuentra tras algún proyecto, porque ama lo que hace.

Y esa incansable visión la hizo crecer tanto que ahora son 11 tiendas en total las que tiene Hoyos en el continente, en Venezuela, Chile, Perú y tres en Estados Unidos, donde destaca que la competencia es fuerte, pues todos los días salen nuevas propuestas. “Creo que lo que nosotros ofrecemos es una propuesta completamente distinta, fresca, original y, sobre todo, atemporal”, dice la empresaria, que estudió Diseño Interior en Maryland (Estados Unidos) y que luego de graduarse regresó a vivir al país e hizo de Quito su hogar.

Muebles AH hasta en Hawái

Tal ha sido el alcance de sus últimas colecciones que Hoyos empezó a distribuir, “de forma muy exclusiva” aclara ella, sus piezas en tiendas departamentales, lo que le ha permitido abrirse mercado en otros países latinos como México, El Salvador, Guatemala y 25 estados de EE. UU. “Tenemos expuestos nuestros muebles incluso en tiendas departamentales exclusivas de Hawái”, dice orgullosa la creativa que al referirse a sus logros usa el pronombre ‘nosotros’, pues aclara que este es el resultado del trabajo de una gran familia. Una familia que está haciendo negociaciones para llevar su marca a Canadá y que no descarta cruzar el Atlántico para colocar sus colecciones además en tiendas exclusivas de España en los próximos años.

Un trabajo en equipo

Adriana tiene 28 años de casada con Eduardo Pérez, quien trabaja a su lado, es su mano derecha y su mejor amigo. Además su hija menor ya se graduó también como interiorista y trabaja junto a su madre en Quito, mientras su hijo mayor vive en Estados Unidos y está a cargo de la distribución de las colecciones en Norteamérica.

Es un trabajo en equipo y no solo de los cuatro miembros de su hogar, sino de un montón de ecuatorianos que crean productos de calidad e ideas innovadoras que se venden fuera y son cotizados, explica nuestro personaje, pues todos estos artículos que llegan a tantos países se elaboran en su fábrica ubicada en el barrio Calderón de Quito, donde cerca de 300 artesanos elaboran muebles y adornos de la más alta calidad.

“La fábrica tiene 15 años y ha crecido mucho. Hoy puedo decir orgullosa que todo se hace aquí, al contrario de mis primeras colecciones que incluían muchas piezas importadas. Y es espectacular como empresaria poder resaltar que la mano de obra es ecuatoriana y que exportamos a los mercados más exigentes”, recalca.

Lucha contra las falsificaciones

“Hay mucha gente que copia mi producto, pero se imita solo la apariencia, y lo que vale la pena de nuestros diseños, además de lo estético, es la calidad, lo que está por dentro de un sofá, la materia prima, los textiles que con tanta delicadeza seleccionamos. Yo negocio personalmente con los productores italianos y belgas para diseñar cada tela. Les digo cómo quiero el hilo, cómo quiero la combinación de los colores, y eso es difícil de imitar”, explica Hoyos, quien afirma que sus muebles garantizan diseño, originalidad, calidad y durabilidad, siempre que lleven sus herrajes y otros broches de autenticidad, pues esta fue una de las medidas para luchar contra las imitaciones que la misma Adriana se encontraba cuando pasaba cerca de otras tiendas de decoración de Guayaquil y Quito.

Pedidos especiales

“Adriana Hoyos Babies es una línea muy pequeña que nació de un pedido especial de unos clientes venezolanos que luego de algunos años lograron concebir a su primera hija. Me pidieron que les diseñe un sillón para su nena y nació Miranda. Luego de eso, una colaboradora mía tuvo un niño y me pidió el sillón en versión masculina y así nació Alejandro. Estas son piezas que se hacen bajo pedido, pero muchas veces así nacen grandes éxitos, de las necesidades de mis clientes. Como sucedió con la cama de perro que diseñé para una clienta muy especial y que se está convirtiendo en un éxito luego de salir en una revista en Estados Unidos. Estas son piezas que elaboro bajo pedido”, comenta Hoyos.

Muebles que hablen un idioma universal

Cuando Adriana entró al mercado mexicano hace 10 años, diseñó una mesa de comedor para 14 comensales, porque allá las familias son grandes y les gusta compartir las cenas, y fue muy solicitada; al contrario de Estados Unidos donde los comedores suelen ser más pequeños, cuenta la interiorista. Por eso explica que su reto como diseñadora es crear un mueble que hable un idioma universal, porque la misma propuesta que está en el showroom de Guayaquil se encuentra exhibida en Utah, o en Minneapolis. De hecho, Hoyos estuvo hace un mes dictando una charla ahí y cuenta emocionada que aún no se lo cree, porque como diseñadora latinoamericana estar mostrando su trabajo a gente culturalmente tan distinta y que sea apreciado y reconocido su estilo, es una confirmación de que lo está haciendo bien.

Décima colección

Su última colección de muebles está casi lista y mientras su equipo de trabajo se encuentra haciendo los trámites en el IEPI para proteger la propiedad intelectual de cada diseño, Adriana nos adelanta que se trata de una interpretación muy suya de un estilo ‘retro’ que tan de moda está, aunque explica que más que apegarse a la tendencia pasajera, lleva mucho lo contemporáneo de su marca. “Son piezas muy esculturales, pero a la vez cómodas e inesperadas. En esta décima colección que se lanza a finales de mayo encontraremos mucha madera y se introduce el color carbón (casi negro) para los acentos, al igual que el caoba y el gris”, detalla la empresaria, que de esta forma celebrará las bodas de plata de su trayectoria.

Grandes proyectos

“Mi otra etapa es la de diseñadora de interiores y es la que me pone a viajar porque tenemos proyectos en muchos lugares, sobre todo de Estados Unidos, Ecuador y Panamá. De hecho, nuestra empresa de diseño yo la catalogaría como una boutique. Tenemos un estudio en Quito y otro completamente independiente en Guayaquil, donde diseñamos casas a medida del cliente: el piso, las luces, los acabados de la cocina, el clóset. Terminamos la casa y luego hacemos la sugerencia de la decoración, que incluye los muebles, colores de pintura, papel tapiz. Todo es importante porque si no hay armonía entre los acabados de la casa y cada pieza que colocamos, se puede arruinar un espacio”, menciona la diseñadora y puntualiza que entre sus grandes proyectos tiene uno muy importante en la costa de Manabí que se llama Costa Jama y que es un resort de golf y playa.

Además el equipo AH de Guayaquil está a cargo de todo el diseño del hotel Cambria en Miami, una isla en Panamá y un gran hotel en México. “Los equipos de Guayaquil y Quito han dado a conocer su talento fuera del país. Por eso estamos cruzando los dedos para que nos salga otro proyecto muy grande en Colombia”, concluye.