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El acuerdo prenupcial no es falta de amor

Es un convenio no común en el país y que dura hasta el fin del matrimonio, si ambos no lo han cambiado previamente.

Es un convenio no común en el país y que dura hasta el fin del matrimonio, si ambos no lo han cambiado previamente.

Organizar una boda requiere de mucho tiempo y esfuerzo para lograr que sea una fiesta memorable para los novios e invitados. Con el agobio por la elección del plato a servir, el modelo del vestido de la novia y el licor a brindar, se pueden dejar escapar aspectos importantes como un acuerdo prenupcial.

El matrimonio es un contrato reza un refrán popular, y a aquel convenio se le pueden incluir cláusulas, que por lo general se relacionan con los bienes de uno o ambos esposos. Sin embargo, pedírselo a la pareja puede desembocar en una grave crisis.

La doctora en psicología clínica Beatriz Gómez insiste en que los problemas surgen cuando “tienen el prejuicio de que si alguien le pide hacer un acuerdo prenupcial eso significa desconfianza”. Por su parte, la terapeuta familiar Mónica Albán insiste en que la propuesta no debería ser un motivo de discusión. “ Si la pareja tiene bases sólidas no debería pensarse que es falta de amor” insiste la experta.

Gómez aconseja que el primer paso para solicitar este acuerdo es encontrar el momento adecuado, “exponer al otro los temores e inquietudes por todos los acontecimientos vividos, escuchar qué opina la otra persona y llegar a acuerdos”.

Además explica que estos convenios serían recomendables si se tienen hijos de otra relación, frecuentes separaciones, negocios en común con exparejas o si alguno de ellos tiene problemas para manejar responsablemente su economía.

En cambio Albán señala que las reacciones negativas pueden surgir si se solicita la firma, ya cuando se está casado y en un mal momento de la relación. “Entonces el “agraviado” lo toma como una acción orientada a facilitar el divorcio y a dejarlo sin nada”.

Aunque sobre estos convenios existen varios tabúes y prejuzgamientos como señal de desconfianza o falta de amor, todos los expertos consultados concuerdan en que si al principio de la relación se definen los acuerdos prenupciales, se podrían evitar largas batallas legales en caso de divorcio. “Siempre es mejor hablar claro, antes del matrimonio para que no haya malas interpretaciones” puntualiza Albán.

Presión familiar

Según la terapeuta familiar Mónica Albán, los convenios previos al matrimonio se suelen realizar, no por iniciativa propia, sino que es la familia quien lo exige.

Ecuador

Aquí, el proceso no es común

Según los abogados consultados, los contratos prenupciales no son un procedimiento recurrente en el país. El candidato a PhD y abogado, Gabriel Jácome, indica que la inversión en tiempo se limita a solo un día. No así el costo de la creación y elevación como escritura pública. Este gasto está compuesto por los honorarios del abogado, y los valores que se generan por la elevación de la minuta a escritura pública.

Además indica que el convenio “es más para garantizar los bienes que queden para sus hijos, no para la repartición entre ellos”.

Por su parte, el abogado Nelson Suárez explica que las también conocidas como “capitulaciones matrimoniales” son “de plazo indefinido y tendrán vigencia durante todo el matrimonio de los cónyuges otorgantes; salvo que ambos de mutuo acuerdo convinieren en modificarlas, cambiarlas o extinguirlas”.