Actuar en Venezuela

Pensaba comentar sobre las elecciones en Francia pero, un duende tecnológico me abrió la posibilidad de cambiar el tema. No se trata, en un mundo como el que vivimos, de seguir privilegiando lo más cercano o, peor todavía, lo local. El lector tiene derecho a recibir el comentario de lo que se estima con mayor trascendencia y ello se sucede ahora en cualquier rincón del planeta y, además, todo lo que ocurre nos compete porque incide en nuestra propia problemática.

Entre los varios asuntos que me parecen interesantes de asumir, privilegio sin titubear la situación de Venezuela.

Amo a la patria de Bolívar como propia y me duele la crítica condición que está atravesando. ¿Hasta cuándo la vamos a seguir tolerando impasibles? No digo que no se han realizado valiosos esfuerzos intentando resolverla, utilizando el diálogo. Son respetables, mas inútiles. De momento, se acabó el tiempo del diálogo entre venezolanos. Eso ya no va más. Llegó el tiempo del diálogo entre los países. Hay que actuar para intentar evitar más muertes. La presión internacional ya impidió un nuevo atropello a la majestad del poder Legislativo al que se pretendió usurparle sus funciones. Ahora, aplicando la doctrina Roldós, hay que asumir que no se viola el principio de no intervención cuando se trata de la defensa de los derechos humanos. ¿Cuántas nuevas muertes se requieren para entenderlo? ¿Cuánta más hambre y corrupción? La ideología no puede impedir la acción. La inercia se vuelve complicidad. Los pueblos no pueden condenarse a la voluntad caprichosa de proyectos de cambio que han devenido en intolerables calamidades, donde se mezcla la ignorancia con el narcotráfico, la codicia con la consigna fanatizante. Y alzo mi voz en esa dirección porque además, los ecuatorianos tenemos deberes de gratitud con la historia. A Venezuela le debemos independencia durante el período heroico de nuestras naciones y más tarde asilo, cuando sufrimos gobiernos dictatoriales.

Sé que no es sencillo. La disputa por el poder ha devenido en campeonato de estulticia impúdica. Se nos acaba de multar por no publicar sin sustento.