Trump ganó las elecciones. En el artículo pasado describí las causas que lo llevaron a su victoria. La pregunta a la que nos enfrentamos ahora es: ¿estamos ante el Apocalipsis? Empecemos por política internacional. La Unión Europea no está en su mejor momento. La constante amenaza del yihadismo y la crisis de los refugiados hacen emerger preguntas que definirán si la unión sigue: ¿no debería cada Estado tener la capacidad de decidir sobre sus fronteras? La inseguridad genera un ambiente propicio para que grupos nacionalistas de extrema derecha cobren fuerza. Un caso en concreto: Frente Nacional, de Marine Le Pen en Francia. La victoria de Trump es un precedente y empodera internacionalmente a grupos poblacionales que asustados exigen respuestas más concretas de la Unión Europea. Y eso -a través de un discurso populista “trumpiano”- es lo que proponen: deportación y seguridad en sus fronteras ante la amenaza real del terrorismo islámico. La victoria de Trump es un mensaje para todos los que piensan que en la mano dura está la solución: no estamos solos, hasta los gringos piensan de ese modo. Dejando a Europa de lado, el plan económico de Trump también pone en peligro la relación entre países. No me sorprendería que su visión ante el libre comercio y nacionalismo lo llevara a subir aranceles para estimular la producción nacional. A lo “primero Ecuador” versión gringa. La diferencia es que si el comprador mundial decide cerrar sus puertas, las repercusiones las sentimos todos. El proteccionismo radical fue lo que llevó a la crisis económica mundial en los 30, para hacernos una idea de las posibles repercusiones. ¿Sobre el Medio Oriente? Probablemente Estados Unidos se alinee a los intereses de Putin. Otro gran perdedor es Europa del Este, zona que Rusia busca recuperar, probablemente ahora con el beneplácito americano. ¿Estamos ante el Apocalipsis? Por Trump, diría que sí. Pero recordemos que necesitará el apoyo del Congreso. Un congreso con mayoría republicana. En ellos recae la responsabilidad de decidir cómo será el futuro cercano. O si tenemos un futuro cercano.

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