Donde estan

Hace poco más de una semana el excanciller Ricardo Patiño, llamaba a la “resistencia combativa” en un acto partidista en Latacunga, manifestando: “tenemos que tomarnos las instituciones públicas, tenemos que cerrar los caminos”, haciendo un llamado a los tuiteros de la época del correísmo.

Hace dos semanas y media el Ecuador conoció a través del propio Fernando Alvarado su fuga, sin que hasta la fecha pueda saberse quién lo ayudó a fugarse y las circunstancias que rodearon ese hecho. Parecería que no hay responsables: ni los jueces, ni la Fiscalía, ni las autoridades de los ministerios de Justicia y del Interior, una serie de funcionarios que son parte de una cadena de obligaciones en la que nadie termina de asumir su responsabilidad, haciendo recaer esta en un grupo de mandos medios a los que parecería nadie controlaba.

A estos hechos se unen las declaraciones de Norma Vallejo frente al informe de la Comisión Multipartidista de la Asamblea, que realizó las investigaciones por supuesto pago de coimas y tráfico de influencias, en las que pone en conocimiento del país “que de darse su destitución esta será para cubrir otras cabezas y que lo probará en su momento”; una importante denuncia que de ser cierta tiene un alcance no imaginado, que está llamada a investigarse.

Hace menos de un mes se denunciaron los hechos dudosos acerca de un supuesto tráfico de armas que estaría saliendo de las filas militares para beneficiar a la guerrilla, traicionando a nuestra patria.

Y hace poco más de un mes se produjo un linchamiento en Posorja, que dio lugar a la muerte de tres personas, la destrucción de un bien público, el apresamiento de la autoridad. ¿Cuántas horas duró ese evento? Quizás un par de horas.

Todos estos acontecimientos aislados entre sí tienen una pregunta común: ¿dónde está la autoridad? Esa que controla rápidamente hechos imprevistos, que investiga y sanciona, que ejecuta y responde; esa que sirven para algo más que tomarse la foto en la inauguración de algún “prestigioso” evento.