Lo sabes o no

Me hicieron una afirmación de que la pobreza mundial se ha reducido -lo cual es verdad- a niveles del 10 % en pobreza extrema; es decir, aquellas personas que no alcanzan a obtener USD 1,90 para su subsistencia. Pero yo insistía en que existe pobreza. Aun cuando se mida de manera multidimensional, es decir educación, salud, expectativa de vida. Hay pobreza.

Pero me insistían en que ese es el discurso de la izquierda y sobre el que han hecho todos sus males, y abordan y convencen a sus votantes.

Quedamos “empate” cuando zanjamos en que la pobreza ha cambiado gracias a los emprendedores de antes, de ahora y del futuro.

Cada año miles de nuevos emprendimientos se generan alrededor de temas sociales como administrar geriátricos, hacer vivienda accesible para la clase más desposeída, solucionar saneamiento ambiental para poblaciones alejadas de centros poblados, educación, acceso a energía limpia, otros.

Bill Gates decidió con su esposa dedicarse a erradicar la polio en un país de África, en el que por pobreza, corrupción, guerras, no se han preocupado de su población.

El Galardón a la Ciencias Económicas otorgado por el Banco de Suecia esta semana, anunció que tres investigadores recibieron el reconocimiento por “su enfoque experimental para aliviar la pobreza global”.

¿Qué pasa en Ecuador? ¿Cómo sabemos si somos pobres por ingreso económico? El INEC nos muestra que en diciembre 2018 se considera a una persona pobre si percibe un ingreso familiar per cápita menor a USD 84,79 mensuales y pobre extremo si percibe menos de USD 47,78. Es decir, la pobreza a nivel nacional se ubicó en 23,2 % y la pobreza extrema en 8,4 %. En el área rural la pobreza alcanzó el 40,0 % y la pobreza extrema el 17,7 %. Guayaquil es la ciudad con más pobres en Ecuador, alrededor del 10 %. Por otro lado, tenemos recursos naturales para el desarrollo, como el agua (consumo, riego, producción y energía), suelo (alimentos y ciudades), aire (debajo del promedio de polución de la OMS). Y recursos humanos: más de 17 millones de ecuatorianos, amables, trabajadores, con culturas y costumbres diversas y coloridas, aunque el empleo adecuado solo llega al 38,5 % de la población. Estos recursos abonan la posibilidad de salir de la pobreza. Pero nos falta conocimiento, educación, salud e instituciones probas y confiables. Y eso no se construye con imposiciones egoístas de un grupo, ni con líderes separatistas, ni con formas de gobierno territoriales diferentes, ni ministros vagos y mediadores internacionales, ni asambleístas desenfocados en la necesidad del país, ni jueces o fiscales negligentes, ni ciudadanos sin empatía; sino con construcción en valores, socializando conocimiento, incentivando, abriendo la participación de ciudadanos en decisiones relevantes. En el ámbito empresarial se le llama cultura organizacional, donde se da un propósito, se acuerdan valores, se trabaja en los empleados, se permite la innovación y el líder da el ejemplo en el uso de su tiempo y del dinero.

El minuto que ves todo lo que tienes como ser humano, miembro de una familia, ciudadano, votante, empresario o empleado, es el mismo instante en que sabes todo lo que no quieres perder: paz, trabajo, estabilidad. Y sabes todo lo que debes hacer, ¿o no?. He ahí la cuestión.