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Los aborigenes conocen las playas y el oceano

Viajar bordeando el océano por la Ruta del Spondylus desde la ciudad de Santa Elena hacía el norte peninsular, en un recorrido de aproximadamente 40 km, impresionó sobremanera a los indígenas amazónicos y de la serranía ecuatoriana que participan desde

Los aborígenes conocen las playas y el océano

Viajar bordeando el océano por la Ruta del Spondylus desde la ciudad de Santa Elena hacía el norte peninsular, en un recorrido de aproximadamente 40 km, impresionó sobremanera a los indígenas amazónicos y de la serranía ecuatoriana que participan desde el pasado jueves en los juegos ancestrales que se desarrollan en este turístico sector del país.

La mañana de ayer las delegaciones se trasladaron hasta la localidad de Libertador Bolívar para el arranque de las competiciones. Por la ventana de los buses las jóvenes amazónicas observaban la inmensidad de la playa y el mar. “¡Qué enorme!”, “¡Ha sido gigante!”, “¡Al fin pude conocerlo!”, eran entre otras las frases que se escuchaban.

Una de las más entusiastas era María Chango, una joven de 19 años ataviada con un colorido atuendo propio del pueblo zápara. La amazónica les comentaba a sus compañeras de tribu que el viaje de más de 20 horas para llegar desde su lugar natal hasta la costa valió la pena. “Salimos a caballo hasta el Puyo. Fueron cinco horas. Teníamos que llegar porque la invitación recibida no la podíamos desperdiciar. Luego en bus avanzamos hasta Guayaquil, después cogimos otro carro hasta la Península. Todo esto es lindo”, concluyó Chango.

A la mayoría de los indígenas amazónicos y de la Sierra se les había cumplido un sueño, pues conocer el mar y estar en la arena siempre fue su aspiración.

Otro de los presentes era Maichap Wampani, indígena shuar que pese a ser de muy pocas palabras, evidenciaba en sus gestos la alegría de conocer la playa.

En el acto inaugural de los juegos, las delegaciones presentes caminaron por las principales calles de la ciudad de La Libertad. La fiesta la encendió el indio Wampani, que con un grito característico de los shuar invitó a sus compañeros a un baile típico de su pueblo.

Las nacionalidades de los pueblos afroecuatorianos, amazónicos, cholos, serranos y montuvios participaron con cien personas cada una.

Los afroecuatorianos al ritmo de tambores entonaron una bomba del chota. “Que viva mi pueblo y su ritmo sin parar, dancemos la música al pie del mar”, decía parte de la canción. Carmen Cuero lideraba a este grupo.

Turistas y nativos peninsulares que se congregaron para observar la programación de apertura aplaudían a los participantes del colorido espectáculo. A las autoridades locales se unió el ministro del Deporte, Xavier Enderica. El ente gubernamental participó en la organización de estos juegos que por primera vez se llevan a cabo en el país. (F)