En una era globalizada, la competitividad de las exportaciones de un país no solo consiste en medir la calidad de la oferta, los precios relativos que tendrán los productos o los costos que implica producirlos (como la mano de obra), sino que se requiere ver más allá. En una plataforma interconectada, cada vez es más importante fijarse en los kilómetros que se recorren para llegar al destino final.

Así lo señala un estudio técnico elaborado por el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae) que se refiere a cómo las distancias que recorren las mercancías comienzan a tener mayor peso dentro de las estructuras de costo de los productos que se comercializan en los mercados internacionales.

En este escenario, el informe muestra que Ecuador tiene desventajas frente a vecinos como Colombia. En el 2016, cita el estudio, las exportaciones no petroleras ecuatorianas viajaron un promedio de 9.857 km y a un total de 156 países. En el mismo año, los envíos internacionales colombianos viajaron en promedio 9.541 km, pero llegaron a 183 países. “Se puede establecer que, a mayor distancia entre dos países, mayor será el costo de traslado, y por ende más caros serán los productos que se transan este año”, concluye el informe que también presenta al país con leve ventaja frente a otros países competidores como Perú, con un promedio de 10.101 km de viaje (168 naciones).

Según Senae, Colombia cada vez tiende a comercializar sus productos con una mayor cantidad de países que le rodean. Del análisis realizado en el estudio elaborado, se desprende que el 44 % de las ventas internacionales viajó en un promedio que llega a menos de los 6.000 km, mientras que para el vecino del norte, el porcentaje se eleva al 70%.

Tradicionalmente, la oferta del país ha estado direccionada hacia zonas más alejadas. Según el Banco Central del Ecuador (BCE), el año pasado el 22,9 % de la oferta exportable del país fue a Estados Unidos y el 24,9 % se dirigió hacia la Unión Europea. Juntos cancelaron al país un total de $ 5.438 millones por la compra de productos, cerca del 48 % de lo que logró facturar en un año por el envío de bienes no petroleros.

Para algunos exportadores ecuatorianos, estos mercados seguirán siendo atractivos, en cuanto su demanda siga predominando en sus envíos. Una idea que se contrapone a la doctrina gubernamental de los últimos años que sugiere una mayor diversificación de los destinos.

LZR