La restauración. En un área exclusiva se hizo la restauración de documentos deteriorados. Se considera que se recuperó “la memoria jurídica del Ecuador”.

500 millones de hojas en un archivo

La estructuración tardó cuatro años y la inversión es de $ 3 millones. Este año se ordenará el archivo de Guayaquil

Es un trabajo de hormiga. Cuatro años tomó ordenar el archivo judicial en el país. Ahora, las unidades judiciales tienen estandarizado el archivo activo. En Quito, además, se organizó el archivo pasivo (causas que ya se cerraron) más grande del Ecuador. En el lugar se custodia alrededor de 1’600.000 causas. Unos 124 millones de fojas en materia, civil, penal, tránsito, familia, contravenciones, contencioso administrativo, flagrancias, laboral y de la Comisaría de la Mujer.

Andrés Segovia, secretario general del Consejo de la Judicatura, considera que el archivo de la capital es un ejemplo de lo que se hará, este año, en Guayaquil. El funcionario contó a EXPRESO que la unidad del Puerto Principal tiene un avance de más del 80 %. Indicó que entre causas pasivas y activas están archivadas más de 500 millones de hojas (fojas) a escala nacional (ver infografía).

¿Cómo se recopiló y ordenó la información que estaba dispersa? Segovia indicó que la metodología inició con el acopio de documentos que estaban embodegados en diferentes lugares, incluso en costales. Hacer la clasificación de las causas activas y pasivas, codificar, rotular, señalizar y distribuir fue parte del trabajo. También se elaboraron inventarios.

A la par se creó un departamento de restauración y conservación de documentos. A sus ojos, este ha sido uno de los avances más significativos que ha tenido el archivo porque se pudo “recuperar la memoria jurídica del país”.

Concluidos esos pasos, aseguró Segovia, iniciará el trabajo de levantar el archivo digital. “Primero se debía tener la casa en orden para poder iniciar con la segunda fase, que es tener un archivo digital y llegar a cero papeles”.

Para el presidente del Colegio de Abogados de Pichincha, Ramiro García, es importante “que al menos ahora se cuente con archivo físico de las causas”. Sin embargo, él es pesimista sobre la digitalización de los expedientes. Ese es un ofrecimiento que lleva larga data en las autoridades judiciales, cuenta.

Los consultados reconocen, además, que el archivo representa una oportunidad para la ciudadanía que ahora puede solicitar información judicial con mayor velocidad de entrega. Marco Llumigusin es un transportista divorciado hace cinco años. A inicios de año decidió volver a casarse, pero necesitaba la documentación de su separación legal. Como no conocía el archivo siguió un trámite con un abogado. Ese paso se puede cumplir directamente.

Martha Molina tampoco conocía. Ella irá al archivo para buscar un juicio de repartición de tierras. “Podré reclamar un pedazo de terreno que me lo están quitando”, afirmó.

La historia desde 1800

El edificio donde se encuentra el archivo de la Función Judicial, en Quito, guarda documentos desde 1800.

Uno de ellos es la causa de la herencia de la hacienda de Benjamín Carrión. En ese y otros escritos se incluyen, por ejemplo, a los sirvientes dentro de la venta de una propiedad. Una práctica común en siglos pasados.

También se encuentra el libro de la Orden de los Jesuitas escrito en latín. Su texto se refiere al Derecho Canónico, del autor Blassi Altimari.

Hay, además, sentencias y escritos con el escudo de armas de la Gran Colombia, antes del desmembramiento.