La llegada de los féretros, especialmente de uno blanco destinado para una niña de cuatro años, conmocionó a los familiares.

20 muertos en el triple choque de la via a Yaguachi

La morgue del cantón Milagro quedó pequeña para 19 de los 20 cadáveres que la lluviosa noche del viernes fueron trasladados a ese lugar, como resultado de un triple accidente de tránsito registrado aproximadamente a las 20:30 del viernes, en la vía Yag

La morgue del cantón Milagro quedó pequeña para 19 de los 20 cadáveres que la lluviosa noche del viernes fueron trasladados a ese lugar, como resultado de un triple accidente de tránsito registrado aproximadamente a las 20:30 del viernes, en la vía Yaguachi- Milagro.

Los vehículos involucrados fueron un Vitara blanco, un bus de la cooperativa Ventanas y un expreso escolar amarillo. Los ocupantes de este último conforman la mayor parte de la lista de los fallecidos.

El expreso, con capacidad para 40 personas, había salido desde Guayaquil y pertenecía al grupo religioso Camino Neocatecumenal, de la iglesia católica Santa Faz, situada en la cooperativa Santiaguito de Roldós, al sur de la ciudad.

Los devotos tenían como destino el cantón Montalvo, en Los Ríos, donde asistirían a un retiro espiritual en el convento de religiosas de las Hermanas Clarisas.

Pero el accidente no los dejó llegar a su destino. En los exteriores de la morgue se vivían desde la noche del viernes las más dolorosas historias. Máximo Castro perdió a dos de sus tres hijos, quienes viajaban a bordo del expreso escolar.

Esther y Dévora, ambas de 16 años, habían salido de su vivienda en compañía de Isaac, de 17, para juntos asistir al retiro espiritual. Hasta la madrugada de ayer, Isaac era uno de los sobrevivientes y había sido trasladado hasta el hospital Luis Vernaza de Guayaquil.

Máximo también perdió a su cuñada, Leidy Burgos, quien viajaba junto a sus tres hijos y el resto de integrantes del grupo católico.

Otro cuadro de dolor fue el que vivió Marli Verdesoto, quien tuvo que confirmar la muerte de su hermano Julio Verdesoto, de 39 años, conductor del expreso que llevaba a los religiosos. “Mi ñaño viajaba con su esposa, Elena Camacho; ella está herida”, indicó entre sollozos.

La historia de María Magdalena Abarca era tanto o más terrible. Ella perdió a su nieta Rafaella Tite, de cuatro años, y a sus hijos Israel y Juliana Izquierdo, de 17 y 26, también integrantes del grupo católico.

El sargento Lister Camino, de la Unidad de Rescate y Emergencias Médicas de la CTE, fue uno de los que trabajó en este operativo. “Se hizo lo posible, las víctimas quedaron aprisionadas, los asientos estaban recogidos en forma de acordeón”. La magnitud del impacto fue tal, que incluso uno de los cadáveres fue hallado entre la vegetación, al parecer salió disparada del vehículo. Hay 18 heridos.