
Los 18 destinos del taxi ruta
Hasta mediados del 2015 José Yagual era un desocupado más. Había vivido 37 años en Venezuela, pero la crisis en este país lo dejó sin trabajo.
Hasta mediados del 2015 José Yagual era un desocupado más. Había vivido 37 años en Venezuela, pero la crisis en este país lo dejó sin trabajo. Pensó que en Guayaquil, su ciudad, encontraría mejores opciones. Es un técnico en puertas Multi Lock. Pero llegó para “comerse la camisa”, dice este guayaquileño de 62 años. “Los viejos no tenemos posibilidad de nada acá”.
Cierto día que se acercó hasta el sector de la bahía vio la luz plantado justo en la esquina de Chile y avenida Olmedo. Quería volver a su casa, en el Guasmo, pero se resistía a viajar en la Metrovía. “Uno se siente estropeado ahí”. Tampoco quería pagar entre seis u ocho dólares por una carrera en taxi. “Mi economía no estaba para eso”.
A la tarde siguiente, con el carro de un hermano, se plantó en esa misma esquina y como un sediento que desesperado grita por agua en el desierto, él voceaba: “Al sur, al sur”.
Con los primeros pasajeros, cobrando un dólar la carrera, inauguró la ruta de taxis desde la bahía hasta el Guasmo. Hoy son 22 furgonetas y 12 taxis. “Ahora ya tengo trabajo. Pago mis gastos y envío a mi esposa, que sigue en Venezuela”.
Una historia similar (cambian nombres, esquinas donde se plantan y rumbos hacia donde viajan) la puede contar cada uno de los más de 550 conductores que cada día se toman algunos puntos de la ciudad para ofertar un servicio de carreras compartidas o taxi rutas como se los conoce, por un pago mínimo de un dólar. Solo el servicio a La Joya (Daule) cobra dos dólares.
No están regulados. Es más, desde el gremio de los taxis amarillos los consideran una competencia desleal. “No solo para el sector del servicio amarillo, también para los buses urbanos”, dice George Mera, presidente de la Unión de Cooperativas de Taxis del Guayas.
El servicio de ‘taxi ruta’ no aparece en la Ley Orgánica de Transporte. De esto están conscientes los dueños de vehículos que permanentemente padecen los controles.
“Nos sentimos perseguidos. Pero apenas somos padres que buscamos llevar dinero a casa, que no encontramos otra opción de trabajo”, dice Juan Carlos Milán, quien lidera a un grupo de conductores que viajan desde la urbanización La Joya, en la avenida León Febres-Cordero, hasta la acera sur del parque Centenario.
Ellos no se consideran competencia para nadie. Quienes recurren a sus servicios, que no son pocos (se calcula que cada mes trasladan un mínimo de 316.800 pasajeros, según un sondeo hecho por EXPRESO), son personas que no están en condiciones de pagar carreras diarias para trasladarse de su casa al trabajo, o viceversa.
Es por eso que si están o no legalizados, es algo que inquieta muy poco a Hjalmar Gellibert, un comerciante guayaquileño que tiene su negocio en el centro de la urbe. “Pago dos dólares y viajo tranquilo y seguro. En un bus corro el riesgo de que me roben y tomarme hasta una hora y media en llegar”.
En la calle, los taxi rutas no es que la llevan fácil. Cada cierto tiempo hay controles. Las multas son altas. Uno de los compañeros de trabajo de Juan Carlos Ruche, que desde hace cinco años se estaciona cada tarde junto a la acera este de José de Antepara y 9 de Octubre, comenta que una vez que lo detuvieron tuvo que pagar 732 dólares.
“No es que uno tenga para pagar ese dinero, pero tampoco podemos cruzarnos de brazos mientras nuestras familias pasan hambre”, dice Ruche, quien cubre la ruta centro-Guasmo Sur.
Con todo y ley, no es fácil sacarlos de las calles. Existe de por medio una gran demanda por el servicio, así como una razón de peso enorme: 550 familias dependen de esta actividad económicamente.
Para saber
Comienza la historia
A mediados de la década pasada surgen los primeros taxi rutas. Ofrecían viajes hacia El Recreo, Abel Gilbert y Primavera 2 (Durán).
La CTE entrega cupos
En el 2010 la cooperativa Exxon, que aún sale desde la avenida Primero de Mayo, recibe los permisos de circulación para 127 unidades.
Una ley los desconoce
La Ley Orgánica de Transporte del 2008 desconoce la existencia de este tipo de servicio, también existente en otras ciudades del país.