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Hace 120 anos

El 5 de octubre de 1896 será siempre recordado como uno de los días más trágicos en la historia de Guayaquil. Si bien las catástrofes, sobre todo los incendios, habían sido comunes a lo largo de la historia de la ciudad, ninguno fue comparable con el que se desató en la manzana contigua a la Gobernación y se extendió hacia el norte.

Un gran incendio, que se piensa que fue intencional, se originó en el almacén La Joya, en la esquina de Malecón y Aguirre, alrededor de las 23:40 del 5 de octubre y se prolongó hasta la madrugada del 7 de octubre. En casi 30 horas se destruyeron un total de 92 de las 458 manzanas que tenía entonces la ciudad. Se quedaron sin hogar cerca de 33.000 habitantes, de un total aproximado de 59.000 personas que vivían en esa época en Guayaquil y se contabilizaron una veintena de muertes y decenas de heridos.

En el recuento de lo destruido se incluía el barrio Las Peñas, la Ciudad Vieja y el barrio del Puente. Se consumieron por el fuego numerosos edificios públicos, además de importante infraestructura productiva y decenas de almacenes y compañías de comercio.

Pocos días después, el 9 de octubre de 1896, cuando se celebraban 76 años de independencia de la ciudad, la Municipalidad expedía las primeras medidas orientadas a dar refugio y alimento a los damnificados. Se autorizaba construir covachas, el alojamiento en los edificios públicos que no habían sido afectados por el fuego, la prohibición de venta de licor y dar gratis el agua a la población durante tres meses.

El 27 de octubre el Cabildo convocó a un concurso de proyectos urbanos para la reconstrucción del área afectada, el cual fue ganado por el ingeniero francés Gastón Thoret, quien planteó una continuación de la cuadrícula ya existente del trazado de la Ciudad Nueva, con la unificación definitiva de los dos núcleos coloniales, por lo que dejaba de lado la antigua imagen desordenada de la Ciudad Vieja. De esta manera Guayaquil se encontró lista para enfrentar la reconstrucción sobre un proyecto que resolvía los problemas de un crecimiento histórico desordenado.

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