Por más mercurio que hayan ingerido accidentalmente los sombrereros de la época victoriana, muchos continuaban su labor y desarrollaban ciertos síntomas que son el origen de la creencia de que los sombrereros están locos.

Afortunadamente, ahora solo se usa resina para mantener la forma de los sombreros, pero hay quienes todavía siguen locos por una cosa: continuar la tradición.

Es la historia de Andrea López, que representa a la cuarta generación de sombrereros en su familia que trabaja desde 1920. Antes tenían dos locales, pero ante las constantes crisis se han quedado con uno solo sobre la avenida García Moreno, en pleno Centro Histórico.

Desde allí, la dueña de esta sombrerería sabe los pormenores de la elaboración de sombreros de fieltro y de paja toquilla.

Incluso sabe de historia, antes de la época colonial no se usaba sombrero, este se popularizó como una manera fácil de diferenciar cada cultura mediante la imposición de su uso. López explica, por ejemplo, que los sombreros étnicos de Ecuador guardan muchas similitudes con aquellos de Europa. Es el caso de el que se usa en la provincia de Cotopaxi que se parece al sombrero tirolés de Alemania. En cambio el sombrero Saraguro se asemeja al cordobés español. La idea es que el cliente sepa que lleva más que solo una prenda, viste historia.

• El proceso: Andrea López fabrica sombreros de dos materiales: paja toquilla o fieltro. Para elaborarlos se debe calentar el paño, escoger la horma deseada, ajustar con cintas o piolas y esperar unas cuantas horas hasta que el sombrero adquiera la forma deseada. Hacer un sombrero puede tardar entre un día o hasta una semana, dependerá del requerimiento.
• Horma: Uno de los elementos más importantes en la fabricación es la horma que le da la forma deseada al sombrero. López tiene en su local hormas que datan de unos 100 años. Son hormas de madera. Pero también los hay en aluminio y en fibra de vidrio. Al final de este proceso se utiliza una resina que ocasiona que la paja o el paño conserven su forma y sean resistentes al agua.
• Alta moda: La sombrerería de López es especializada. Hay sombreros tradicionales que se utilizan con terno o con camisa, también están los sombreros de ala grande que se usan para protegerse del sol, las boinas y las cachuchas, ahora populares. Además, existe una línea especial exclusiva para mujeres: sombreros de alta moda para matrimonios y eventos de todo tipo.