
Plantas potabilizadoras del Gobierno: ¿funcionan en la crisis de agua en Quito?
Agua en Quito Sur: ¿solución temporal con plantas potabilizadoras del Gobierno?
En medio de los cuestionamientos y reclamos de los habitantes del sur de Quito por la falta de agua potable, este martes 15 de julio de 2025, el Gobierno Nacional inició la instalación de tres plantas potabilizadoras portátiles para enfrentar la emergencia que ya se extiende por seis días consecutivos.
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La primera planta comenzó a operar en el parque del barrio Nueva Aurora, un punto que desde el inicio de la crisis se convirtió en una fuente informal de abastecimiento para cientos de familias. Allí llegaron autoridades del Ejecutivo, junto con personal de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional y técnicos de la Cruz Roja, para poner en marcha el sistema temporal de potabilización.
Producción de agua tratada
La ministra de Ambiente, María Luisa Cruz, informó que cada planta tiene capacidad para potabilizar hasta 30.000 litros diarios, por lo que se espera tratar un total de 90.000 litros de agua al día en los tres puntos asignados. El proceso se realizará durante jornadas de ocho horas continuas y contará con resguardo policial y militar.
“El agua de la vertiente es apta para el tratamiento, se realizaron los análisis de calidad y luego se la somete a un proceso de potabilización para eliminar cualquier contaminación microbiana y garantizar que sea segura para el consumo humano”, explicó José Gavilanes, técnico en agua, higiene y saneamiento de la Cruz Roja.
Cada planta cuenta con filtros de arena y carbón, sistemas de cloración y tanques de almacenamiento, y se alimenta directamente de fuentes naturales cercanas. Sin embargo, el experto aclaró que estos equipos no pueden permanecer de forma permanente en un solo lugar. “Necesitan mantenimiento cada 10 o 15 días para continuar operando y ser trasladadas a otras zonas en caso de emergencia”, puntualizó.
El funcionamiento de las plantas también requiere logística y recursos. Según Gavilanes, cada equipo necesita diésel y gasolina, a un ritmo de aproximadamente un galón por hora de operación, lo que implica un consumo diario estimado de 20 galones. El abastecimiento de combustible está siendo coordinado con los ministerios del ramo para asegurar la continuidad del servicio.

Puntos de instalación
Las tres plantas portátiles serán distribuidas en los sectores de Nueva Aurora, Quitumbe y posiblemente Chimbacalle, dependiendo de las condiciones de caudal que permitan una adecuada captación y tratamiento del agua.
“Estamos evaluando el caudal de cada sitio para garantizar que las plantas puedan operar de forma efectiva. La idea es acercar el servicio a los barrios más afectados”, señaló la ministra Cruz.
Además, 11 puntos de abastecimiento con tanqueros ya han sido habilitados en varias parroquias del sur de la ciudad, aunque los moradores han señalado que estos no cubren la alta demanda.
No obstante, desde la Cruz Roja se informó que dos de las plantas potabilizadoras permanecerán operativas en el parque Nueva Aurora, debido a que el sitio cumple con los requisitos técnicos necesarios. Una de las plantas tiene una capacidad de 8.000 litros por hora, mientras que la segunda, de 3.000 litros por hora, será trasladada al sector de Jazmines de Guamaní. Sin embargo, se identificó que uno de los puntos evaluados no cumple con las condiciones mínimas que requiere el funcionamiento de estos equipos: una fuente de captación con caudal y calidad suficientes, así como un espacio seguro y adecuado para recibir a la población. En ese sentido, las dos plantas permanecerán en el parque de Guamaní, confirmó Jessica López, técnica de agua, saneamiento e higiene de la Cruz Roja.
Falta de coordinación con el Municipio
Durante su intervención, la ministra Cruz también expresó su preocupación por la falta de información actualizada por parte del Municipio de Quito. “Hasta ahora, no hemos recibido ningún informe técnico actualizado sobre el estado real de la emergencia ni sobre los avances en la reparación del sistema Mica–Quito Sur”, aseguró.
La falta de coordinación entre las autoridades locales y el Gobierno Central ha sido otro de los puntos criticados por los ciudadanos, quienes exigen soluciones inmediatas para una emergencia que ya empieza a generar afectaciones en la salud, higiene y economía familiar.
Mientras tanto, los vecinos continúan haciendo largas filas, con baldes, botellones y ollas, a la espera del líquido vital. La instalación de las plantas representa un alivio temporal, pero los habitantes siguen clamando por una respuesta estructural y duradera al problema de fondo: la vulnerabilidad del sistema de abastecimiento de agua en la capital.