
Los cambios de las rutas de Cumbayá se aplazan
La reestructuración incluye valles como Tumbaco, Puembo y El Quinche Exconcejala califica el proceso como “oscuro”
La reestructuración de rutas y frecuencias en Quito avanza lentamente y por fases. Mientras en diciembre comenzó en el Corredor Suroccidental y en enero se inició la difusión de los cambios en el sector de Los Chillos, febrero estaba destinado para Cumbayá, Tumbaco y otras zonas como Puembo o Pifo, y extenderse hasta El Quinche. Sin embargo, la Secretaría de Movilidad informó que el inicio del proceso para estos valles se posterga para marzo.
En este sector, según Álex Pérez, secretario de Movilidad, el plan es aumentar la cobertura, principalmente porque luego de los estudios se ha detectado que esa es la mayor necesidad. En las parroquias rurales históricamente la cobertura no ha sido buena, dice, y tanto allí como en Los Chillos, si bien sí se está trabajando en una conexión con el metro de Quito, hay otras prioridades que deben solventarse.
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Un proyecto que va a paso lento
Pérez señala que el primer objetivo es mejorar la cobertura interna. Luego conectar a los habitantes con los corredores principales dentro de Quito, en un caso a través de la parada interregional Río Coca y en el otro mediante el sector El Arbolito. Después, en la medida de lo posible, con el metro.
De acuerdo con Mauricio Marín, director metropolitano de Ordenamiento Territorial, el tema de la movilidad es una preocupación constante que atañe no solo a la secretaría del ramo sino a todas las demás, pues no basta con revisar la distribución de las líneas sino también las vías.
Las que existen actualmente pueden funcionar en las parroquias tal y como están, pero hay sectores como Puembo que van creciendo aceleradamente y se están consolidando, como ya ha ocurrido con Cumbayá y Tumbaco. La situación refleja que “pronto van a ser insuficientes, entonces no se podría ver solo el tema de rutas y frecuencias de manera aislada, porque también hay que tomar en cuenta vías más grandes de acceso para esta parroquia”, dice Marín.
Detalla que, típicamente, en zonas como Puembo el enfoque en amplias extensiones de territorio es de movilidad privada, o se usan medios como camionetas de alquiler o taxis. Marín agrega que en 2025, las administraciones zonales, Movilidad, Epmmop y otras entidades deben generar un análisis de vías tanto de la zona urbana como de la rural, porque está previsto que este año se apruebe un nuevo plan vial para el distrito, en el que se considere la capacidad de las vías que se requerirán.
Ahora, precisa, solo tomando el caso de Puembo, actualmente la única salida y acceso grande, inmediato y rápido es la Ruta Viva. Pero si la cantidad de habitantes sigue creciendo de forma acelerada, esa vía “se va a saturar en cualquier momento”.
Al momento, Movilidad solo tiene previsto aplicar cambios en las rutas grandes y en zonas consolidadas en donde ya existe demanda de transporte. Pérez señala que se busca equilibrar entre provisión de servicio y hacer sostenible el sistema.
Una comunicación poco efectiva
Sin embargo, Daniela Chacón, directora de Quito Cómo Vamos, señala que lo básico es que se informe cómo avanza la negociación con los operadores de transporte para mantener, extender o recortar las rutas. Más allá de decir cuántas se modificarán, se debe saber a cuánta gente va a llegar ese servicio, porque eso es lo importante.
Además, plantea que la información sobre los cambios en las rutas sea integrada a la plataforma de Google, porque el 80 % de los quiteños tienen acceso a internet y en su mayoría pueden consultar en el celular cómo llegar a un lugar. Así podrán conocer cuánto demorará su viaje y si su recorrido varió.
Para el concejal Wilson Merino, el problema es que ha sido muy difícil obtener la información sobre el plan. A pesar de que él es parte de la Comisión de Movilidad, ha recibido los datos solicitados solo tras varias insistencias. Apenas el lunes la Secretaría le envió un cuadro con datos sobre las modificaciones en 10 de los 12 programas que estableció la entidad. Allí consta que se mantendrán 74 rutas, se extenderán 45 y se recortarán nueve. Sin embargo, esta tabla está sujeta a cambios.
La información sobre los ajustes ha llegado a cuentagotas. EXPRESO solicitó datos y lo que se recibió varía de lo que le entregaron a Merino. En general, la reestructuración ha sido un proceso oscuro desde el 2011, afirma Chacón. En ese entonces, cuando ella presidía la Comisión de Movilidad, la Alcaldía de Mauricio Rodas contrató una consultoría con la Agencia de Desarrollo de Barcelona, que propuso un plan que incluía nuevas rutas de transporte por supermanzanas, pensado para que la gente encuentre servicio lo más cerca posible y existía un mapa.
Eso nunca se implementó y con cada cambio de administración, todo ha quedado en propuestas que hasta el momento no han dado solución a problemas serios, como el transporte informal. Cree que en este momento, la actual Alcaldía debe resolver también ese asunto y aprovechar para que las operadoras renueven su flota, iniciando así la tan nombrada transición hacia buses eléctricos.
Fernanda Racines, presidenta de la Comisión de Movilidad, asegura que se ha realizado un seguimiento de la reestructuración y han recibido a Pérez en sus sesiones al menos tres veces, para conocer el plan de trabajo y la metodología. Para ella, es importante primero difundir los cambios entre la comunidad y realizar mesas de trabajo con las operadoras, para explicar cuándo se debe ampliar o modificar cierta ruta o crear una nueva y escuchar las necesidades de la ciudadanía. “No se hace solo desde el escritorio, eso para nosotros marca la diferencia”.
La edil considera acertado que el plan se ejecute por etapas, porque no alcanzarían los recursos humanos ni técnicos para hacerlo todo al mismo tiempo. Además, sería un caos aplicar los doce programas en un mismo momento.
Movilidad dividió a la capital en doce sectores o programas. Luego de los tres primeros, continuará con el Corredor Sur Oriental y el Centro Histórico. Se tiene previsto avanzar paulatinamente con los demás y culminar todo el proceso hasta mediados de año.
De momento, se trabajará únicamente con las operadoras y buses existentes, con el objetivo de hacer más eficiente el sistema. Pérez señala que no hay planes de aumentar la flota de buses, sino optimizarla para una mejor cobertura y así equilibrar el servicio.