
Invierno en Loja provoca la peor emergencia de la última década
Pérdidas en agricultura superarían los 3 millones de dólares. En zonas rurales, habitantes desbloquearon vías con autogestión
Desde los primeros días de marzo del 2025, la provincia de Loja enfrenta una de las temporadas invernales más destructivas de los últimos tiempos. Las intensas y persistentes lluvias, que han azotado al sur del país durante más de dos meses consecutivos, han provocado severos desastres naturales en al menos diez cantones.
El saldo hasta el momento es alarmante: diez personas fallecidas, decenas de heridos, más de 600 familias afectadas, pérdidas económicas millonarias y comunidades enteras completamente aisladas.
Ante la magnitud de los daños, las autoridades provinciales y locales se vieron obligadas a declarar la emergencia cantonal en varias jurisdicciones, medida que fue prorrogada por 60 días con el objetivo de canalizar recursos y atender a las zonas más afectadas.
Cuáles son los cantones más golpeados por las lluvias en Loja
Entre los cantones con mayores afectaciones se encuentran Loja, Calvas, Sozoranga, Puyango, Paltas, Espíndola, Chaguarpamba, Olmedo, Célica y Saraguro. En estas zonas, las precipitaciones han causado deslizamientos de tierra, hundimientos, colapsos de viviendas, interrupciones viales y el aislamiento de comunidades rurales que dependen de la agricultura como principal fuente de sustento.

Uno de los sectores más golpeados es el agrícola. Según datos preliminares, las pérdidas superan los tres millones de dólares debido a la destrucción total de cientos de hectáreas de cultivos de maíz, papa y hortalizas. Los productores, que durante meses trabajaron sus tierras, han perdido por completo su cosecha y no cuentan con respaldo institucional inmediato para salir adelante.
En cantones como Paltas, la desesperación es evidente. Agricultores como Rosa Maldonado aseguran que lo perdido no se podrá recuperar. “Las lluvias arrasaron con todo. El suelo está completamente inundado, los caminos están intransitables y no tenemos cómo sacar ni siquiera lo poco que quedó”, manifestó.
Hundimiento en Célica pone en riesgo a decenas de familias
El cantón Célica enfrenta una de las situaciones más críticas. En pleno centro urbano, un hundimiento progresivo del terreno ha puesto en riesgo inminente a 101 viviendas. Al menos 350 personas han sido evacuadas de forma preventiva y se encuentran refugiadas en viviendas de familiares o en albergues improvisados.
El alcalde de Célica, Julio Bustamante, informó que el terreno sigue cediendo y que cada día el hundimiento avanza. Según sus declaraciones, la intervención del Gobierno Nacional es urgente. “No se puede seguir esperando. El riesgo de un colapso estructural total es real, y las familias viven bajo un temor constante”, indicó.
En Chaguarpamba, la comunidad reemplaza al Estado
La falta de respuesta inmediata por parte de instituciones gubernamentales ha obligado a los propios habitantes a tomar acciones. En Chaguarpamba, los residentes del barrio El Guato decidieron organizarse para rehabilitar, por cuenta propia, la vía Panamericana E50, que había quedado bloqueada por un aluvión que sepultó dos viviendas y dejó incomunicado al cantón.
Equipados con palas, carretillas y herramientas básicas, los moradores trabajaron durante varios días para despejar la carretera, vital para el comercio entre la Sierra sur y la Costa ecuatoriana.
En la parroquia Buenavista, otros sectores como La Merced, Jumarín, Santa Lucía, Guango, Valle Hermoso y La Cucula también emprendieron labores comunitarias para reabrir caminos rurales que los conectan con la cabecera parroquial. El presidente del GAD Parroquial, Omer Espinoza Tenorio, destacó que la hazaña fue posible gracias a la organización vecinal y el apoyo de maquinaria local.
Viviendas colapsadas en Chaguarpamba y familias sin hogar
En Chaguarpamba, además de los problemas de conectividad, se reportan al menos 153 viviendas con daños estructurales severos. Un total de 276 familias se encuentran en situación crítica. Muchas de ellas continúan viviendo en casas parcialmente colapsadas, temiendo perder sus pertenencias si deciden abandonarlas.

Luis Servillo, morador del barrio El Huato, relató que logró escapar de un derrumbe durante la noche gracias a la alerta de los vecinos. “Salimos con lo puesto. No hubo tiempo para nada. Si nos hubiéramos quedado cinco minutos más, no lo contamos”, recordó.
La falta de albergues, atención médica y acompañamiento psicológico en las zonas afectadas agudiza la emergencia humanitaria. Muchas familias no han recibido asistencia estatal y dependen de la solidaridad de sus propios vecinos.
Malacatos está bajo amenaza por un posible deslizamiento
En la parroquia Malacatos, sector Nangora, la situación también es preocupante. Una montaña que amenaza con deslizarse ha puesto en riesgo a diez viviendas. El Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) ejecuta trabajos de estabilización con terraplén, pero las lluvias constantes dificultan el avance.
David Pérez, director distrital del MTOP, informó que la reapertura de la vía, prevista para este miércoles 21 de mayo, podría retrasarse si no mejoran las condiciones climáticas. “El terreno está saturado. Necesitamos días secos para garantizar seguridad. Lo más importante ahora es evitar una tragedia”, puntualizó.

Mientras tanto, los moradores deben utilizar una ruta alterna por el sector El Tambo, lo que incrementa los tiempos de viaje y eleva los costos del transporte de productos agrícolas.
Crisis por el invierno en Loja trasciende lo climático
Lo que comenzó como una intensa temporada invernal se ha convertido en una crisis humanitaria y económica que expone las debilidades estructurales en la gestión de riesgos del país. La falta de infraestructura resiliente, la ausencia de planes de prevención y la lentitud en la respuesta institucional han agravado el panorama en la región sur de Ecuador.
Los testimonios de los habitantes, sus acciones comunitarias y la magnitud de los daños reflejan la necesidad urgente de implementar políticas públicas integrales que incluyan prevención, respuesta inmediata y apoyo a los sectores más vulnerables. La provincia de Loja no solo enfrenta la fuerza de la naturaleza, sino también las consecuencias de décadas de abandono estructural.
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