Editoriales

Vacunación para todos

Uno de esos errores ha sido postergar la vacunación de la población joven. Por ser este el segmento de la sociedad que peor lleva el encierro y el que más está expuesto al virus, y el que más contribuye a su propagación’.

El país y el mundo llevan más de un año y medio viviendo en pandemia, tiempo suficiente para aprender de los errores que se han cometido desde que el coronavirus hizo su aparición en el planeta y para tomar los correctivos necesarios.

Uno de esos errores ha sido el de postergar la vacunación de la población joven. Por ser este el segmento de la sociedad que peor lleva el encierro y el que más está expuesto al virus, es en consecuencia el que más contribuye a su propagación. Más aún con el surgimiento de la variante Delta, que es más transmisible que la cepa original y que conlleva un riesgo mayor de hospitalización y reinfección. Si se incrementa la velocidad de contagio entre los jóvenes, que constituyen el grupo más numeroso de la población ecuatoriana, el riesgo de un rebrote aumenta y con ello la necesidad de restricciones o de un nuevo confinamiento, que sería devastador para la economía del país. Por ello hay que motivarlos y permitirles que acudan a los centros de vacunación sin necesidad de una cita previa o en un horario específico para lograr lo más pronto posible la inmunidad de rebaño.

La vacunación de los jóvenes es una prioridad, no solo para proteger su salud y la de todos los ciudadanos, sino también para acelerar la reactivación económica.