¡No al terrorismo!

Es obligatorio que el Gobierno nacional retome el control de la República utilizando los mecanismos que la Constitución establece para situaciones como la actual’.

Conforme van pasando los días agobia la sensación de que el poder central se ha despojado del principio de autoridad. En nombre de nada se puede permitir que simultáneamente con el paro, que continúa dilatándose ocasionando graves daños a la economía nacional, se den, sin la debida respuesta del Estado que tiene entre sus deberes garantizar el efectivo goce de los derechos establecidos en la Constitución, todo tipo de atropellos, peor todavía si muchos están tipificados como delitos. Más se agrava la situación cuando los actos violentos de quienes mantienen paralizado al país por más de dos semanas son considerados como legítimos mientras que la violencia, ejercida tímidamente por el Estado es considerada como violatoria de los derechos humanos. Así, un grupo de comuneros de la región amazónica acaba de asaltar un vehículo de Petroecuador, asesinando a un militar y dejando heridos a varios miembros de la, por paradoja denominada Unidad de Mantenimiento del Orden.

Lo ocurrido es terrorismo puro y duro. Amerita que se vuelva a restaurar el estado de excepción, en ánimo a reasumir el control de la República.

El país tiene que escoger entre democracia u oclocracia. Entre gobierno del pueblo o el de las muchedumbres.