Sin solapar a nadie

La simple denuncia pública no basta. Esta debe, indiscutiblemente, venir acompañada de un pedido formal de una investigación

Tal como cuando se recibe una obra, si esta cumple con las especificaciones del contrato, se firma la recepción y listo. Así debe ser el arranque de la gestión pública en todos sus niveles de gobierno, desde la Presidencia hasta las juntas parroquiales. Claro, la autoridad no puede negarse a asumir sus funciones si no recibe una institución en buen estado, pero sí está en la obligación de evidenciar ante los contribuyentes cómo la recibió y no solo eso. La simple denuncia pública no basta. Esta debe, indiscutiblemente, venir acompañada de un pedido formal de investigación a la Contraloría General del Estado y, de ser el caso, a la Fiscalía General del Estado.

Los votantes tienen derecho a saber lo que se ejecuta con sus recursos y cómo se lo hace. Porque es dinero de todos, no de la autoridad, aunque esta crea que así es.

Y como es un derecho, los ciudadanos deben estar atentos a lo que digan y hagan sus autoridades recién electas y reelectas, y también las que están en funciones, durante toda su gestión. Es la única manera de exigir.

Cualquier silencio, de las autoridades y de los ciudadanos, acerca de lo que se ejecutó inadecuadamente o no se ejecutó por negligencia en actuales o anteriores periodos cae en la complicidad.