Priorizar la obra pública

La inversión en obra pública es prioritaria para la reactivación y por lo tanto, impostergable. El Gobierno debe empezar ya a concentrar esfuerzos en esa dirección

El Gobierno ha logrado mejorar las cifras macroeconómicas pero la percepción general es de que aún estamos lejos de lograr la reactivación. Las pymes y los emprendimientos batallan por mantenerse a flote y en los hogares la supervivencia mes a mes es cuesta arriba a falta de empleo formal.

Si los mercados internacionales no están dispuestos a darnos financiamiento a plazos y tasas que se ajusten a nuestras posibilidades y dependemos del FMI, que nos impone restricciones que no permiten al Gobierno destinar fondos a la obra pública en la medida que generen un impacto significativo para la economía del país, tendrá que optar por las asociaciones público-privadas para suplir esta necesidad. Debe entonces, para contar con el apoyo y la participación contundente del sector privado, dar facilidades e incentivos que animen a las empresas a participar en el desarrollo de los grandes proyectos estatales, para así lograr que se inyecten recursos y se generen abundantes plazas de trabajo.

La inversión en obra pública es prioritaria para la reactivación y por lo tanto, impostergable. El Gobierno debe empezar ya a concentrar esfuerzos en esa dirección, pues pasados el mundial y las festividades de fin de año, la población despertará nuevamente a la realidad.