Pese al alto riesgo sísmico...
No se realizan campañas periódicas de educación ni de concientización de la población sobre las medidas de precaución a contemplarse permanentemente
Luego de vistas las consecuencias de los terremotos en Turquía y con el antecedente del terremoto en Manabí y Esmeraldas de 2016, no ha habido una acción contundente por parte del Estado ni de las instituciones gremiales relacionadas al urbanismo y la construcción respecto de las normativas de edificación para estructuras sismorresistentes. Y si la ha habido, la comunicación ha sido deficiente pues no ha permitido su percepción por parte de la ciudadanía. Asimismo, pese a que han transcurrido prácticamente siete años desde que el movimiento telúrico devastó varias poblaciones de la región Costa, no se realizan campañas periódicas de educación ni de concientización de la población sobre las medidas de precaución que deben contemplarse permanentemente por estar Ecuador ubicado en una zona de gran actividad sísmica.
Cuando la tragedia estaba aún reciente se habló de censos y evaluaciones anuales del estado de las edificaciones en las ciudades y de un control estricto del cumplimiento de las normas y códigos de construcción. Sin embargo, ni las instituciones gubernamentales, ni los colegios de ingenieros civiles y arquitectos, ni las cámaras de la construcción evidencian ninguna planificación ni agenda de comunicación al respecto, pese al alto grado de riesgo de ocurrencia de estos desastres naturales en el país.