¡Se perdió la brújula!

Son tareas que … hoy quedan de lado mientras la ciudad clama por una estructura que se vuelve decrépita y el centro de la ciudad se cae en pedazos; donde la obra pública brilla por la ausencia, y el desorden y caos vuelven al ataque’.

¿hacia dónde va la ciudad? Es una pregunta que le hacernos a quienes tienen en sus manos el destino de los guayaquileños. Aspiramos a vivir en una comunidad sustentable, socialmente funcional, y económicamente pujante, donde sus líderes den ejemplo de buena ciudadanía, presidiendo un gobierno local que no solo sirva de escaparate o de plataforma para emprendimientos de baja calidad con los dineros de los contribuyentes, opacamente concebidos, haciendo acopio de cultura clientelar, y sin rendimiento aceptable de cuentas.

El trabajo municipal, incluyendo las fundaciones y entes adscritos, debe mantener un enfoque de cuidado y trabajo, substancialmente, administrativo. Son tareas que demandan la atención permanente de la Alcaldía y el Consejo; tareas que hoy quedan de lado mientras la ciudad clama por una estructura que se vuelve decrépita y el centro de la ciudad se cae en pedazos; donde la obra pública brilla por la ausencia, y el desorden y el caos vuelven al ataque. Es una ciudad, Guayaquil, donde la novelería acaparó la visión; donde su bicentenario fue anónimo y su historia parece truncarse; un medio que no prevé los problemas del futuro que se apuntan inmensos en un mundo de incertidumbre.

¡Se perdió la brújula!