Peligrosas laderas y quebradas

La nula atención a las quebradas y laderas, donde hay grandes asentamientos humanos, no puede tolerarse

El permanente cuidado y atención a las laderas y quebradas de Quito, en donde hay grandes asentamientos humanos, es fundamental para evitar tragedias como las que ocurren con frecuencia en múltiples lugares en el país. La despreocupación del poder local no exime de responsabilidad ni a los ciudadanos que se ubican en lugares inseguros, ni a las demás entidades nacionales que no cumplen con sus obligaciones

La temporada invernal, que todos los años golpea con menor o mayor fuerza al país por la falta de previsión y de ejecución de obras importantes, devela la falta de capacidad de las autoridades locales para atender lo prioritario, que aleje el peligro al que están expuestas miles de personas ubicadas en las laderas y a pocos metros de quebradas que en cualquier momento pueden colapsar.

Son muchos los barrios que se asientan en zonas de alto riesgo en Quito debido no solo a las lluvias sino también por los movimientos telúricos, sin que hasta ahora los responsables hayan hecho nada para cambiar la situación.

La reubicación de los pobladores es urgente, pero también las obras que permitan la estabilidad de las erosionadas pendientes. La ejecución de estudios que indiquen el grado de riesgo y opciones para su mitigación, debe ser una prioridad en la capital.