Hipocresía en la publicidad
Si es legal la instalación de fábricas de licores, también debería serlo la promoción de sus productos a través de todos los canales disponibles
El gobierno de turno, de cualquier tendencia política que sea, está obligado a respetar el mandato del pueblo expresado en las urnas, por lo que no le está permitido ignorar las reformas constitucionales. Tampoco puede, a través de reglamentos, alterar el contenido de una Ley Orgánica porque no está de acuerdo con ella.
Lo que sí puede hacer un régimen, siguiendo los canales establecidos, es plantear un nuevo proyecto de reforma a la carta política del Estado, por la vía electoral o la Legislatura, para acabar con la hipocresía legal, que hace imposible entender cómo puede permitirse la promoción de bebidas alcohólicas a través de vallas publicitarias y otros canales físicos y virtuales, pero prohibir los anuncios en los medios de comunicación, con el ánimo de debilitar sus fuentes de ingresos.
Fue el pueblo, a través de un referéndum, el que decidió la prohibición de los casinos; pero han sido las autoridades de turno las que después han permitido la apertura de salas de juegos electrónicos y de apuestas o predicciones deportivas.
El Ecuador no puede seguir gobernándose al vaivén de los intereses de quienes llegan al poder para lucrar o permitir el lucro de sus amigos y conocidos. El pueblo exige respeto y coherencia en el marco legal que lo rige. ¡Basta de tanta hipocresía con la publicidad y las prohibiciones!