Faltan definiciones

La relación binacional no solo esta marcada por la línea fronteriza común de casi 600 kilómetros, sino por la devaluación del peso frente al dólar, que marca la competitividad de las dos naciones

De las decisiones y acciones que ejecute el nuevo gobierno de Colombia sobre la lucha antidrogas, el crimen organizado y la seguridad fronteriza dependerá, en gran medida, su relación con Ecuador y las repercusiones que esta pueda tener en el territorio nacional y la región.

El pronunciamiento del gobierno estadounidense, de respaldar al nuevo régimen de izquierda y de darle un espaldarazo a la continuidad del plan Colombia, es recibido con agrado por el país porque envía un mensaje tranquilizador. Lo que no queda claro es cómo, sin el uso de la fuerza, la criminalización y la intervención de las fuerzas militares, se pretende una lucha contra el narcotráfico. Colombia es uno de los mayores productores de cocaína en el mundo y los carteles de la drogan han convertido a Ecuador en el gran puerto de salida de esa droga. De allí que la relación binacional no solo esté marcada por la línea fronteriza común de casi 600 kilómetros, sino por el intenso intercambio comercial, en el que la devaluación del peso frente al dólar marca la competitividad de las dos naciones.

El Gobierno central debe pedirle a su par colombiano que defina su escenario de relaciones binacionales, con el fin de estar preparados para lo que venga en el futuro.