La falta de control

La planificación urbana es responsabilidad de los municipios, que deben controlar y frenar el desorden y el desarrollo de proyectos urbanísticos que incumplen la normativa vigente 

El descontrol municipal y la desatención de la Defensoría del Pueblo mantienen desprotegidos a quienes adquieren casas en zonas urbanizadas porque sus responsables no cumplen con los ofrecimientos que hicieron a sus clientes ni con la normativa vigente.

Los gobiernos locales aprueban la ejecución de planes habitaciones que no incluyen ni las suficientes áreas verdes ni los espacios adecuados en las aceras y calles internas, como si vigilar aquello no fuera su responsabilidad ni tuviera suma importancia en el desarrollo urbanístico que merece cada una de las ciudades del Ecuador.

La baja calidad de los materiales de construcción y de los acabados, por los que no responden ni los constructores ni las entidades que otorgaron los permisos, es otro de los problemas con los que se enfrentan los compradores, que tampoco se sienten respaldados por la Defensoría del Pueblo, que así incumple   su misión de defender a la ciudadanía.

Las autoridades locales y nacionales están obligadas a vigilar la ejecución de proyectos urbanísticos y de atender las denuncias de los compradores que se sienten estafados. Los municipios tampoco pueden seguir entregando más permisos de construcción en zonas donde las vías de acceso están colapsadas.