Fallas energéticas
Es censurable que en estos tiempos de modernidad y de automatización, los técnicos de las empresas traten de encubrir las verdaderas causas de los apagones..
Las recurrentes fallas en el suministro de energía eléctrica en Guayaquil y en otras ciudades del país desnudan la debilidad de un sector estratégico que es vulnerable incluso a las protestas sociales, y que poco ha hecho para robustecerse y atender las necesidades poblacionales.
Los usuarios del servicio energético están expuestos diariamente a los cortes, que no solo complican su cotidianidad laboral sino que afectan la economía del hogar cuando sus aparatos electrónicos sufren daños por las variaciones de voltaje. Los costos de la sobrecarga en las redes, por una falta de planificación que no va de la mano con el crecimiento de las ciudades ni de la infraestructura eléctrica, la pagan todos los ecuatorianos.
Es censurable que en estos tiempos de modernidad y de automatización, los técnicos de las empresas traten de encubrir las verdaderas causas de los apagones, cuando estos se dan, en la mayoría de los casos, por falta de mantenimiento, vetustez de las líneas y limitaciones del voltaje de los transmisores.
Las autoridades del sector eléctrico deben tomar decisiones inmediatas que garanticen que las fallas energéticas se no continúen. Un plan integral es de urgente aplicación para tranquilidad de los ecuatorianos.